MAYO 2019, VIENA
A continuación, voy a compartir un resumen del Manifiesto de Viena sobre humanismo digital, creado para situar al ser humano en el centro de todas las tecnologías e inteligencias artificiales, desde un enfoque intelectual humanista y de Derechos Humanos.
Este resumen lo he recopilado de la web Digital Humanism, que se ocupa del desarrollo de tecnologías digitales y de políticas basadas en los derechos humanos, la democracia, la inclusión y la diversidad.
El citado Manifiesto de Viena introduce la cuestión declarando lo siguiente:
«Si bien la digitalización abre oportunidades sin precedentes, también plantea serias preocupaciones: la monopolización de la Web, el aumento de las opiniones extremistas y el comportamiento orquestado por los medios de comunicación social, la formación de filtro burbuja y cámaras de eco como islas de verdades inconexas, la pérdida de privacidad y la difusión de la vigilancia digital. Las tecnologías digitales están perturbando a las sociedades y cuestionando nuestra comprensión de lo que significa ser humano. Hay mucho en juego y el desafío de construir una sociedad justa y democrática con los seres humanos en el centro del progreso tecnológico debe abordarse con determinación y con ingenio científico. La innovación tecnológica exige innovación social, y la innovación social requiere un amplio compromiso social«.
En este sentido, este el Manifiesto es una llamada a la deliberación y actuación sobre el desarrollo tecnológico actual y futuro, y se concreta en las siguientes premisas:
Hoy experimentamos la coevolución de la tecnología y la humanidad, de manera que el flujo de datos, los algoritmos y el poder computacional está modificando las formas de interacción humanas, las instituciones sociales, las economías y las estructuras políticas.
La búsqueda es hacia la iluminación y el humanismo. La capacidad de automatizar las actividades cognitivas humanas es un aspecto revolucionario de la informática/ciencias de la computación. Es el momento adecuado para reunir los ideales humanistas con pensamientos críticos sobre el progreso tecnológico.
Como todas las tecnologías, las tecnologías digitales no emergen de la nada. Están formados por elecciones implícitas y explícitas y, por lo tanto, incorporan un conjunto de valores, normas, intereses económicos y suposiciones sobre cómo el mundo que nos rodea es o debería ser. Muchas de estas opciones permanecen ocultas en los programas de software que implementan algoritmos que permanecen invisibles. Queremos proponer un razonamiento crítico y racional, y la interdisciplinariedad necesaria para moldear el futuro.
Las tecnologías digitales deben diseñarse para promover la democracia y la inclusión. Esto requerirá esfuerzos especiales para superar las desigualdades actuales y utilizar el potencial emancipador de las tecnologías digitales para hacer que nuestras sociedades sean más inclusivas.
M A N I F I E S T O
La privacidad y la libertad de expresión son valores esenciales para la democracia y deben estar en el centro de nuestras actividades. Por lo tanto, los artefactos como las redes sociales o las plataformas en línea deben modificarse para salvaguardar mejor la libre expresión de la opinión, la difusión de información y la protección de la privacidad.
Se deben establecer regulaciones, reglas y leyes efectivas, basadas en un amplio discurso público. Deben garantizar la precisión de la predicción, la imparcialidad y la igualdad, la responsabilidad y la transparencia de los programas de software y algoritmos.
Los reguladores deben intervenir con los monopolios tecnológicos. Es necesario restaurar la competitividad del mercado, ya que los monopolios tecnológicos concentran el poder del mercado y frenan la innovación. Los gobiernos no deben dejar todas las decisiones a los mercados.
Las decisiones con consecuencias que tienen el potencial de afectar los derechos humanos individuales o colectivos deben continuar siendo tomadas por los seres humanos. Las disciplinas tecnológicas como la informática/ciencias de la computación deben colaborar con las ciencias sociales, humanidades y otras ciencias, rompiendo los silos disciplinarios.
Los enfoques científicos que cruzan diferentes disciplinas son un requisito previo para enfrentar los desafíos futuros. Las disciplinas tecnológicas como la informática/ciencias de la computación deben colaborar con las ciencias sociales, humanidades y otras ciencias, rompiendo los silos disciplinarios.
Las universidades son el lugar donde se producen nuevos conocimientos y se cultiva el pensamiento crítico. Por lo tanto, tienen una responsabilidad especial y tienen que ser conscientes de ello.
Los investigadores académicos e industriales deben comprometerse abiertamente con una sociedad más amplia y reflexionar sobre sus enfoques. Esto debe estar integrado en la práctica de producir nuevos conocimientos y tecnologías, al mismo tiempo que se defiende la libertad de pensamiento y ciencia.
Los profesionales de todo el mundo deben reconocer su responsabilidad compartida por el impacto de las tecnologías de la información. Deben entender que ninguna tecnología es neutral y debe estar sensibilizada para ver tanto los beneficios potenciales como las posibles desventajas.
Se necesita una visión para los nuevos currículos educativos, combinando el conocimiento de las humanidades, las ciencias sociales y los estudios de ingeniería. En la era de la toma de decisiones automatizada y la inteligencia artificial, la creatividad y la atención a los aspectos humanos son cruciales para la educación de los futuros ingenieros y tecnólogos.
La educación en informática/ciencias de la computación y su impacto social debe comenzar tan pronto como sea posible. Los estudiantes deben aprender a combinar las habilidades de tecnología de la información con la conciencia de los problemas éticos y sociales en juego.
Resumido por Inmaculada Asensio Fernández.