El sentido del humor como herramienta para gestionar preocupaciones y problemas

El sentido del humor es una estrategia que nos ayuda a vivir como seres humanos, y a convivir con otros -nuestros congéneres- en entornos de incertidumbre y de cambio constante, característicos de las sociedades de nuestros días.

Esta habilidad, la del sentido del humor, es específicamente humana y se adquiere a través de la cultura. Constituye una herramienta fundamental para gestionar los problemas y reveses de la vida, ya que ayuda a aligerar el equipaje de quién lo porta, y el de las personas que andan cerca, pues otra de sus características es que suele generar mucha atracción y simpatía entre las personas observadoras de este tipo específico de sensibilidad humana: la del sentido del humor.

Hay problemas serios que se gestionan muy bien con el sentido del humor, porque reduce la sensación de distrés que generan las situaciones problemáticas, porque nos ayuda a interpretar la realidad de otra manera, con menos carga emocional negativa.

Enric Benavent cita en un artículo sobre este tema a Jesús Garanto Alós, autor del libro Psicología del humor, y señala que «el sentido del humor es un estado de ánimo más o menos persistente que capacita al individuo para que, tomando la distancia conveniente, pueda relativizar críticamente toda clase de experiencias afectivas que se polaricen, ya sea hacia situaciones eufóricas o bien depresivas. Estamos hablando, pues, de una manera de enfocar y de tomarse la vida, de un estado de ánimo que afecta a todo el mundo y que pide un cierto punto de madurez personal«.

Es importante saber reconocer las herramientas que tenemos a nuestro alcance para saber utilizarlas de manera conveniente, y en lo que a humor se refiere, para no ser inoportunos o molestos ante situaciones en las que se exija mantener ciertos niveles de sobriedad (p.e. durante una entrevista de trabajo en la que no conoces muy bien a la persona entrevistadora o el contexto en el que está teniendo lugar ese intercambio). Es una habilidad social aprender a discriminar en qué tipo de situaciones es sano o no hacer uso del sentido del humor, para evitar que otro tipo de sensibilidades se sientan molestas u ofendidas.

Otro aspecto importante del sentido del humor es que no retroalimenta los pensamientos negativos, sino que los neutraliza (igual que el perfume neutraliza un mal olor), ya que rompe los patrones rígidos de pensamiento ante situaciones difíciles ayudándonos a cambiar de perspectiva, y favoreciendo el caldo de cultivo para tratar de afrontar las cosas de otra manera -quizás con ayuda- pero siempre con la perspectiva de caminar hacia adelante: pone palos en las ruedas al pesimismo y al drama.

«Tragedia + Tiempo = Comedia».

Woody Allen

El sentido del humor puede servirnos para tomar perspectiva de un problema (distancia) lo cual nos puede ayudar a reevaluar esa situación con un poco menos de carga emocional (miedos, inseguridades, tristeza, etc.). Nos puede conectar, por tanto, con la capacidad para superarnos y reparar las situaciones que nos hacen sufrir, sin caer en frivolidades y superficialidades, pero llegando al puerto de la RESILIENCIA (resistir, salir airoso y reforzado de las situaciones traumáticas que nos toca atravesar en la vida).

Todas las personas tienen la capacidad de adquirir habilidades, y el sentido del humor puede ser una de ellas, aunque su manifestación difiera de unas personas a otras. Esto no es tan importante como aprender nuevas formas de expresión que nos hagan sentir un poquito mejor… más cerquita de la casilla de salida (volver a empezar), a través de la des-dramatización de las cosas que nos suceden.

¿Qué hay peor que encontrarse un gusano en una manzana? Encontrarse medio.

Inmaculada Asensio Fernández.

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