La filósofa Adela Cortina ha concretado en seis las virtudes que caracterizan (o deberían caracterizar) los Servicios Sociales. La virtud, según Cortina, es la excelencia en el carácter, el cual se conforma con las decisiones que vamos tomando a lo largo del camino de la vida. Por tanto, la virtud es una elección personal que nos beneficia a todas las personas que trabajamos en Servicios Sociales, pues procura un clima amable –friendly– en un entorno de especial complejidad, lo que indudablemente va a generar bienestar.
Virtudes asociadas a los Servicios Sociales
Competencia: en servicios sociales no sólo hace falta buena voluntad, sino también competencia.
Vocación: un buen profesional es competente para servir a las personas para alcanzar un bien interno. Debe ser vocacional y tener aptitudes para la profesión. Debe creer que la profesión ofrece un bien tan valioso que la sociedad es mejor con él.
Sentido de la justicia: el bien que ofrece la profesión se debe entender como derecho de las personas.
Prudencia: partir del principio que no todos los contextos son iguales. Hay que considerar cada caso concreto y ver cómo se ayuda, cómo se empodera a las personas.
Creatividad: es necesaria la creatividad para evitar los dilemas. La creatividad hace que no nos quedemos encerrados en los dilemas.
Respeto activo: hay que dialogar con los usuarios para ver qué valores hay que potenciar.
Hasta aquí esta píldora ética vinculada a los Servicios Sociales, para tenerla muy presente en nuestras discusiones profesionales, en estos escenarios de especial complejidad.
Inmaculada Asensio Fernández
Fuente: 18ª Escola d’Estiu de Serveis Socials. Conferència de clausura. Los valores éticos como clave para la transformación social. Adela Cortina.