Jornadas sobre ética en los Servicios Sociales en Almería: un espacio necesario para reflexionar y avanzar

Ética y calidad en los servicios sociales: ¿por qué necesitamos un Comité de Ética?
Trabajar en los servicios sociales no es fácil. A diario, las y los profesionales nos enfrentamos a situaciones de gran complejidad: dilemas éticos, decisiones difíciles, conflictos entre derechos y necesidades, e incluso momentos de frustración porque los recursos son insuficientes. La calidad de la intervención no solo depende de la formación y el compromiso del equipo humano, sino también del apoyo y las herramientas con las que contamos para tomar decisiones responsables y fundamentadas.

En este contexto, los Comités de Ética de los Servicios Sociales no son un simple añadido burocrático, sino un pilar fundamental para generar una cultura de la ética en los servicios sociales, y para incorporar la deliberación ética en aquellos casos de mayor complejidad. Son espacios de reflexión y asesoramiento que nos ayudan a actuar con mayor seguridad, respetando siempre los derechos de las personas usuarias y evitando caer en malas prácticas que puedan vulnerarlos.

¿Qué aporta un Comité de Ética a nuestra práctica profesional?

🔹 Asesoramiento ante dilemas éticos
En nuestra labor diaria, surgen situaciones en las que no hay respuestas fáciles: ¿hasta qué punto debemos priorizar la autonomía de una persona cuando su decisión puede ir en contra de su propio bienestar? ¿Cómo actuamos ante un conflicto entre los derechos de la persona usuaria y los de su entorno familiar? Un Comité de Ética permite abordar estos dilemas con el apoyo de un grupo interdisciplinar que ayuda a tomar decisiones prudentes y fundamentadas.

🔹 Un espacio de deliberación y reflexión
El día a día de los servicios sociales deja poco margen para la pausa y la reflexión, pero precisamente por eso es tan importante contar con espacios donde analizar colectivamente situaciones complejas. Un Comité de Ética permite que las y los profesionales compartan inquietudes, contrasten enfoques y lleguen a soluciones que respeten tanto los valores del sistema como la dignidad y autonomía de las personas atendidas, más siempre desde el enfoque de la prudencia.

🔹 Apoyo a profesionales: prevención del burnout y el estrés por desgaste moral
Tomar decisiones en contextos de alta vulnerabilidad no solo es complejo, sino también emocionalmente exigente. En muchas ocasiones, las y los profesionales de los servicios sociales se ven atrapados en sus dudas sobre qué curso de acción tomar ante situaciones contradictorias y poco satisfactorias entre ellas, pues tomando una opción se pierde algo importante, o se deja de ganar algo que es valioso. También surgen conflictos entre lo que éticamente deberían hacer y lo que realmente pueden hacer debido a las limitaciones del sistema. Estos conflictos constantes generan lo que la filósofa Philippa Foot denominaba el «residuo del dilema», esa sensación de incomodidad, culpa o insatisfacción que queda cuando no se ha podido responder de manera óptima a un problema ético. Y es un residuo porque se almacena y se acumula en la persona que lo padece.

Cuando no existen espacios adecuados para deliberar sobre estas cuestiones, muchas veces las y los profesionales terminan cargando con estas decisiones en soledad, sufriendo en silencio el peso de conflictos éticos no resueltos. La falta de acompañamiento en estos procesos puede derivar en estrés moral, y, si este estrés se mantiene en el tiempo, puede desembocar en agotamiento profesional o burnout, afectando no solo a la salud del trabajador o trabajadora, sino también a la calidad de la intervención que se brinda a las personas usuarias.

Un Comité de Ética supone un respaldo fundamental en estos casos. No solo ofrece orientación y herramientas para abordar dilemas éticos complejos, sino que también crea un espacio donde los equipos pueden compartir sus inquietudes, analizar colectivamente los conflictos y tomar decisiones de manera más fundamentada y menos solitaria. Saber que hay un marco de referencia y un grupo de apoyo reduce la carga emocional de la toma de decisiones, aportando mayor seguridad y confianza en la práctica profesional.Tomar decisiones en contextos de alta vulnerabilidad puede generar un gran desgaste emocional. Muchas veces, las y los profesionales de los servicios sociales se ven atrapados entre lo que deberían hacer éticamente y lo que realmente pueden hacer debido a las limitaciones del sistema. Este estrés moral, mantenido en el tiempo, es una de las principales causas de agotamiento profesional o burnout. Contar con un Comité de Ética supone un respaldo fundamental para quienes necesitan orientación, apoyo y un marco en el que compartir estas dificultades sin sentirse solos o sobrecargados.

🔹 Sensibilización y formación en ética aplicada
La ética no es algo abstracto o reservado a las grandes teorías filosóficas. Es una herramienta práctica, esencial en nuestro trabajo diario. Un Comité de Ética también cumple una función clave en la formación continua de los equipos, ayudando a fortalecer sus competencias éticas y promoviendo una cultura profesional basada en la reflexión y la responsabilidad.

🔹 Garantía de calidad y prevención de malas prácticas
La ética y la calidad van de la mano. Un sistema de servicios sociales que integra la ética como eje transversal es un sistema que mejora su atención, hace un uso más responsable de sus recursos y protege mejor los derechos de las personas atendidas. A través de la identificación de riesgos éticos y la elaboración de protocolos adecuados, un Comité de Ética puede prevenir malas prácticas y situaciones que, por falta de orientación, podrían derivar en intervenciones inadecuadas o injustas.

La creación del Comité de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, en el marco del Decreto Regulador recientemente aprobado, representa un avance significativo para nuestra comunidad autónoma y marca un hito en la evolución de los servicios sociales en Andalucía. Un Comité de Ética es una herramienta clave para fortalecer la calidad de la intervención y garantizar que las decisiones profesionales se alineen con los valores y derechos de las personas usuarias.

No obstante, su existencia debe complementarse con otras medidas que permitan al sistema público de servicios sociales responder de manera eficaz y digna a las necesidades de la ciudadanía. El Comité de Ética no es una solución en sí misma ni puede sustituir aspectos fundamentales como una dotación adecuada de recursos y una mejora estructural del sistema, imprescindibles para garantizar una atención integral y de calidad.

Un espacio para avanzar juntas y juntos
Para seguir profundizando en estos temas y compartir experiencias, el próximo 17 de febrero de 2025 celebraremos la Jornada «Práctica ética en los servicios sociales: la importancia de la creación del Comité de Ética», organizada por la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, en colaboración con la Universidad de Almería.

Será una oportunidad única para dialogar con profesionales que han trabajado en la creación y consolidación de Comités de Ética en distintas comunidades autónomas, aprender de sus experiencias y reflexionar sobre cómo integrar la ética en nuestra práctica diaria.

📅 Fecha: 17 de febrero de 2025
📍 Lugar: Auditorio de la Universidad de Almería
🔗 Inscripción abierta hasta el 14 de febrero

Si trabajas en el sistema público de servicios sociales, si te interesa la ética aplicada, si alguna vez has sentido que necesitabas apoyo para tomar una decisión difícil… te esperamos en estas jornadas.

Porque la ética no es un lujo ni un accesorio: es la base de un sistema de servicios sociales más justo, más humano, más compasivo y más eficaz.

Inmaculada Asensio Fernández
Directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía

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