El primer Espacio de Reflexión Ética en los Servicios Sociales Comunitarios de Andalucía se sitúa en Lucena

Una iniciativa pionera alineada con la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía que sitúa a Lucena como referente en la deliberación ética desde la práctica profesional cotidiana.

Fotografía del grupo (mi autoría) con el logotipo diseñado por el Espacio de Reflexión Ética de Lucena

Los Espacios de Reflexión Ética en los Servicios Sociales, definidos como tales en el contexto catalán, surgen con el objetivo de promover la reflexión ética directamente en los centros de servicios sociales. Su finalidad es dotar a los equipos profesionales de herramientas para autogestionar sus propios dilemas y conflictos éticos, sin necesidad de recurrir sistemáticamente al Comitè d’Ètica dels Serveis Socials de Catalunya.

Esta iniciativa no representa una desviación de las encomiendas del Comité, cuya existencia y función siguen siendo fundamentales. Por el contrario, favorece que el Comité pueda enfocarse en cuestiones éticas de mayor calado estructural o transversal, como los modelos de atención, la definición de principios rectores o la reflexión ética sobre las políticas públicas en servicios sociales.

La experiencia demuestra que los conflictos y dilemas éticos que identifican las personas profesionales en su práctica profesional se suelen replicar con frecuencia, y giran en torno a determinadas cuestiones vinculadas al acompañamiento humano para obrar cambios en situaciones de vida adversas, aunque ninguna situación es igual a otra, dado que hablamos de trayectorias de vidas humanas diversas y formas de interpretarlas que afectan de manera distinta a cada cual. Lo que sí está claro es que adquirir la capacidad de deliberar desde los propios centros de trabajo permite construir una cultura ética compartida y otorga un espacio a los valores éticos, el pensamiento crítico y la posibilidad de construir una mejora de la práctica profesional.

La Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía (Junta de Andalucía, 2021) reconoce explícitamente la necesidad de fomentar la creación de Espacios de Reflexión Ética en los centros y servicios sociales. Estos espacios se conciben como ámbitos que permiten a las personas profesionales compartir, analizar y deliberar sobre los dilemas éticos que surgen en la práctica diaria, promoviendo así una cultura ética compartida basada en el aprendizaje colectivo.

En este contexto, el municipio de Lucena (Córdoba) se convierte en un referente incontestable en Andalucía, al impulsar la creación del primer Espacio de Reflexión Ética en los Servicios Sociales Comunitarios. Esta iniciativa se alinea con las recomendaciones de la Estrategia de Ética de Andalucía y con modelos previamente desarrollados en Cataluña, demostrando que la ética aplicada puede y debe estructurarse también desde los propios equipos profesionales.

Como directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, he seguido de cerca el nacimiento y desarrollo del Espacio de Reflexión Ética de Lucena, desde que era apenas una idea que rondaba la cabeza de una de las Educadoras Sociales del Equipo de Tratamiento Familiar de Lucena (Salud Alba Cobo), cuya calidad humana y compromiso profesional resultan especialmente destacables. Impresiona por su inteligencia, sensibilidad humana y una enorme motivación por su trabajo. Estas no son palabras vacías; esta sociedad necesita reconocer las buenas aportaciones, prácticas e ideas. Salud merece este reconocimiento y mucho más. La conocí como alumna en uno de mis cursos de Ética aplicada a los Servicios Sociales, organizado por el Instituto Andaluz de Administración Pública de Andalucía (IAAP), donde ya demostraba una excelente asimilación de contenidos y conciencia ética. Posteriormente, la localicé en Lucena y le propuse formar parte del grupo promotor del Comité de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía. No me equivoqué, ella era la indicada.

La ética se fue convirtiendo en un pulso constante en su ejercicio profesional, lo que la llevó a continuar formándose y a participar en un taller práctico que impartí en Almería sobre deliberación ética (organizado también por el IAAP), a raíz del cual nació la idea de constituir un Espacio de Reflexión Ética en su centro de trabajo. Hoy, esa idea es una realidad.

Como se observa a través de la experiencia de Lucena, para constituir su Espacio de Reflexión Ética ha sido esencial partir de una formación ética básica que no se limite a transmitir principios y teorías, sino que permita a los equipos identificar los dilemas que atraviesan su práctica profesional, y deliberar sobre ellos para buscar una solución adecuada a cada caso, con una metodología específica para ello. No resulta adecuada la expresión «resolución de conflictos éticos», porque sugiere que hay decisiones correctas e incorrectas. En cambio, como plantea el Dr. Diego Gracia (2001), la deliberación ética consiste en imaginar alternativas posibles y discernir cuál sería la más prudente, en función de la situación concreta, sus protagonistas, los recursos disponibles y su complejidad.

Por eso, deliberar no puede ser una tarea encomendada a una figura experta que piense por encima de los demás y asuma toda la responsabilidad de la decisión. La deliberación auténtica exige apertura, cuestionamiento mutuo y una construcción colectiva del juicio, donde la diversidad de miradas no es un obstáculo, sino la condición misma de la reflexión ética.

Durante el proceso de creación del Espacio de Reflexión Ética en el Centro de Servicios Sociales de Lucena, tuve la oportunidad de impartir un curso de formación en deliberación ética en sus propias instalaciones. A esta formación asistieron todos los profesionales del centro, sin excepción, lo que demuestra un compromiso colectivo inusual y admirable con la reflexión ética como parte inseparable del ejercicio profesional.

Las personas que se mencionan a continuación realizaron previamente un curso básico virtual diseñado para asegurar que todo el equipo partía de unos conocimientos mínimos comunes en ética aplicada, como paso inicial antes del taller presencial en las dependencias del centro de servicios sociales de Lucena. Estas son: Marta Broquetas, Carmen Cabeza, Raquel Martín, Cristina Serrano, María del Carmen Cabrera, Irene Araceli Aguilera, Jesús Herrador, Gloria Aguilera, Bella Pinel, María José Cañete, María Jesús Espada, Marta Lozano, Francisco Medina, Josefa Muñoz, Nazaret Gómez, Rosa María Parra, Juan Ruiz, Alberto Torres, María Araceli Villa, Yolanda Aguilera, María Ángeles Córdoba. Del mismo modo, tanto Salud Alba como María José Rodríguez estuvieron muy presentes también, pero ya habían realizado el curso básico previamente conmigo.

Posteriormente, se llevó a cabo un taller de deliberación ética aplicada a casos reales (protegiendo el anonimato), celebrado en el propio centro de servicios sociales comunitarios de Lucena, y algunos de los casos se encontraban en desarrollo en ese mismo momento (respetando el anonimato), lo que permitió un ejercicio de reflexión especialmente significativo y vinculado directamente a la realidad profesional del equipo.

Todo el centro participó en el proceso formativo de forma íntegra y comprometida, lo que confiere aún más valor al camino iniciado por este equipo. Además de completar la formación en ética aplicada, los y las profesionales llevaron a cabo una acción innovadora de sensibilización visual en las propias instalaciones del centro, mediante la elaboración y colocación de cartelería y mensajes identificativos éticos, destinados a visibilizar los valores que guían la intervención social. Esta acción no solo fortaleció la cultura ética interna, sino que también contribuyó a acercar a la ciudadanía los principios de dignidad, respeto y cuidado que sustentan el trabajo social. Culminando este proceso, se aprobó por decreto la creación oficial del Espacio de Reflexión Ética, un órgano deliberativo, interdisciplinar y estable, que consolida el compromiso ético del centro como parte estructural de su funcionamiento.

Además de la formación impartida, también participé de forma virtual en distintas reuniones de coordinación con el centro, orientadas a acompañar el proceso de creación del Espacio de Reflexión Ética. En estos encuentros, el equipo buscaba asesoramiento específico sobre el marco de referencia para la constitución del Espacio de Reflexión Ética, planteando dudas y reflexiones vinculadas a la aplicación de la ética en los Servicios Sociales Comunitarios. Fruto de estas conversaciones, sugerí también algunas lecturas complementarias (muchas de ellas relacionadas con Joan Canimas i Brugué y Begoña Román) que pudieran enriquecer la reflexión del equipo y fortalecer su mirada ética. Asimismo, a petición del propio equipo, llevé a cabo una revisión experta del documento de constitución del Espacio de Reflexión Ética, desde su versión inicial hasta las sucesivas versiones, con el objetivo de mejorar su formulación y garantizar su coherencia metodológica con los principios y fundamentos del enfoque previsto en la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, y el Método Deliberativo del Dr. Diego Gracia (2001).

También quiero compartir que cada pequeño paso de este proceso ha sido compartido conmigo de forma generosa por el equipo. Me he sentido una más dentro del grupo, no solo en lo relativo a los documentos constitutivos del Espacio de Reflexión Ética, sino también en otras experiencias que han ido surgiendo. Cada vez que se ha elaborado algún material de difusión, como trípticos, cartelería o mensajes éticos visibles en el centro, se me ha comentado y compartido, cuidando siempre cada detalle con gran sensibilidad y compromiso ético. A continuación, comparto algunas imágenes que ilustran visualmente esta apuesta del centro por hacer de la ética una presencia constante, tanto en el pensamiento como en los espacios físicos.

Cabe destacar el apoyo institucional y humano de María José Rodríguez, directora del centro, cuyo impulso fue decisivo para que este espacio ético pudiera germinar desde el principio. Hizo lo que hacen los verdaderos líderes dentro de un equipo: reconocer las buenas ideas, apoyarlas con convicción y rodearse de personas motivadas para hacerlas crecer.

En este mismo sentido, resulta igualmente fundamental reconocer el respaldo político e institucional de Irene Aguilera Galindo, concejala delegada de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Lucena, cuya implicación activa ha sido clave para hacer posible la puesta en marcha de este proyecto ético en el ámbito de los Servicios Sociales Comunitarios.

El Decreto de Alcaldía 2025/00007910, firmado el 7 de julio de 2025, formaliza la creación del Espacio de Reflexión Ética (ERE) en el Centro Municipal de Servicios Sociales de Lucena, como una herramienta esencial para abordar dilemas morales en la práctica profesional. Esta iniciativa se enmarca en la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía 2021/2024 y en la Ley 9/2016 de Servicios Sociales de Andalucía, que reconoce la ética como un pilar del sistema público. El decreto subraya la necesidad de integrar la reflexión ética como parte estructural del trabajo diario, con el fin de garantizar una atención respetuosa con los derechos, la dignidad y la autonomía de las personas usuarias.

El ERE se configura como un espacio abierto a todos los perfiles profesionales del centro, que deliberará de forma colegiada sobre dilemas y conflictos éticos. Se promueve la participación voluntaria, la formación en ética aplicada, el análisis sistemático de casos y una metodología basada en el modelo deliberativo de Diego Gracia (2001). Además, el espacio se dota de normas de funcionamiento específicas (reglamento), con compromisos de confidencialidad, reuniones periódicas y la elaboración de informes que orienten la toma de decisiones éticas compartidas.

*** Nota aclaratoria __________________________________________________________________________________

Conviene señalar que la constitución de un Espacio de Reflexión Ética no requiere necesariamente la aprobación de un decreto, ya que se trata de una estructura deliberativa de carácter flexible y no normativizado, a diferencia de los comités de ética formalmente regulados. De hecho, el modelo de Espacios de Reflexión Ética impulsado inicialmente en Cataluña, nació precisamente con la finalidad de dotar a los centros y equipos profesionales de herramientas ágiles y cercanas para la gestión de los dilemas éticos de la práctica cotidiana, sin necesidad de una formalización normativa compleja.

La decisión del Ayuntamiento de Lucena de dotar a su Espacio de Reflexión Ética de un mayor grado de formalidad institucional responde a una apuesta legítima y valiosa por reforzar su reconocimiento, estabilidad y respaldo organizativo. No obstante, es importante subrayar que esta formalización no constituye un requisito indispensable para la creación de un Espacio de Reflexión Ética en otros centros de Servicios Sociales Comunitarios.

Lo verdaderamente imprescindible para su constitución es contar con una formación ética básica, formación específica en deliberación ética, la práctica deliberativa continuada, la voluntariedad de participación, el compromiso de permanencia durante un periodo determinado y el respeto a la confidencialidad. En este sentido, un acta de constitución y un reglamento interno de funcionamiento son instrumentos suficientes para poner en marcha un Espacio de Reflexión Ética, sin que sea necesario ningún tipo de aprobación por decreto. Esta aclaración pretende facilitar que otros centros de servicios sociales puedan animarse a crear sus propios espacios de reflexión ética, entendiendo que la ética aplicada debe ser accesible, practicable y adaptada a la realidad de cada equipo.

*** Fin de la nota aclaratoria _________________________________________________________________________

En virtud del Decreto de la Alcaldía de Lucena, dictado mediante Resolución n.º 2025/00007910, de 7 de julio de 2025, se procede al nombramiento de las personas que integran el Equipo de Reflexión Ética del Centro Municipal de Servicios Sociales de Lucena, con una vigencia de dos años y conforme a las normas de funcionamiento del Espacio de Reflexión Ética. Este equipo queda compuesto por:

  • María José Rodríguez Muñoz, Directora
  • Salud Alba Cobo, Educadora Social del E.T.F.
  • Beatriz Murillo Rosales, Trabajadora Social del E.T.F.
  • María Dolores Lozano Quintero, Trabajadora Social
  • María Dolores Salamanca Mesa, Trabajadora Social
  • Alberto Torres Torres, Administrativo
  • Jesús Herrador Zafra, Psicólogo

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todas las personas profesionales del Centro Municipal de Servicios Sociales de Lucena por su disposición, implicación y apertura a este proceso ético. Agradezco especialmente el compromiso mostrado por quienes han asumido un papel activo en la creación y consolidación del Espacio de Reflexión Ética, así como el apoyo institucional recibido en todos los niveles. Iniciativas como esta demuestran que la ética no es un adorno normativo, sino una herramienta viva que transforma la manera en que nos relacionamos, decidimos y acompañamos a quienes más lo necesitan. Lucena ha abierto un camino, y estoy convencida de que muchas otras localidades seguirán su ejemplo.

De corazón, gracias Lucena.

Autora: Inmaculada Asensio Fernández.

Referencias:

  • Ayuntamiento de Lucena. (2025). Decreto de nombramiento de los miembros del Equipo de Reflexión Ética del Centro Municipal de Servicios Sociales de Lucena (Resolución de Alcaldía n.º 2025/00007910, de 7 de julio). http://www.aytolucena.es
  • Comitè de Ètica dels Serveis Socials de Catalunya. (2013). Contenidos mínimos de formación en ética para las personas interesadas en formar parte de un espacio de reflexión ética en servicios de intervención social. Generalitat de Catalunya, Departamento de Bienestar Social y Familia.
  • Gracia, D. & Júdez, J.(2001). La deliberación moral: el método de la ética clínica. Medicina clínica, 117(1), 18-23.
  • Junta de Andalucía. Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. (2021). Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía. Junta de Andalucía

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