
A continuación, se comparte un artículo eminentemente práctico centrado en la pertinencia y utilidad de la creación de Espacios de Reflexión Ética en los centros de servicios sociales, de igual modo se explica el procedimiento para desarrollar estos Espacios, así como se propone un ejemplo de Reglamento de Organización y Funcionamiento para su puesta en marcha.
Los Espacios de Reflexión Ética
Los Espacios de Reflexión Ética en los servicios sociales surgen como una respuesta a la necesidad de promover la ética profesional en el ámbito de los servicios sociales. Estos espacios se crean con el objetivo de fomentar el debate y la reflexión sobre cuestiones éticas relacionadas con el desarrollo del trabajo que se lleva a cabo en el ámbito de los servicios sociales.
La experta en ética Ester Busquets Alibés (2013) afirma que estos Espacios de Reflexión Ética son una herramienta para ayudar en la mejora de la gestión y la intervención de entidades y servicios del ámbito de los servicios sociales, poniendo una atención preferente en la perspectiva ética, y recoge los siguientes criterios para su constitución (pág. 13):
a) Dotar a las entidades de servicios sociales de una herramienta consultiva cercana y fácilmente accesible ante los casos o situaciones que generen conflicto entre las personas que participan en los servicios sociales (profesionales, destinatarios del servicios y organizaciones), teniendo en cuenta el parecer de las personas afectadas (intervinientes e intervenidos en servicios sociales).
b) Promover la sensibilización y la formación en valores éticos en las organizaciones.
c) Fomentar y difundir buenas prácticas profesionales y organizativas en los servicios sociales mediante la elaboración de protocolos, criterios y recomendaciones.
d) Colaborar en la educación sobre la ética en el uso de los servicios públicos para la población, y difundir entre la ciudadanía la idea de la necesidad de hacer un uso responsable de los servicios sociales”.
Es importante destacar que los Espacios de Reflexión Ética de los Servicios Sociales son espacios de encuentro y diálogo donde se busca generar un análisis crítico y constructivo sobre los dilemas, conflictos, e implicaciones éticas que surgen en las intervenciones sociales. En ellos, los y las profesionales pueden reflexionar, debatir y analizar los dilemas éticos de su práctica diaria, cuestión esta que los autores Uríz, Vicarret y Ballestero (2023) consideran nuclear para impulsar la ética en los espacios de trabajo. Estos espacios fomentan el aprendizaje, promueven la toma de decisiones éticas y ofrecen apoyo emocional. Son una herramienta fundamental para garantizar una práctica profesional ética y de calidad en el ámbito de los servicios sociales.
Joan Cánimas, por su parte, está reconocido como uno de los pioneros en la implementación de los Espacios de Reflexión Ética en los servicios sociales de Catalunya. Su enfoque se basa en promover la reflexión crítica y el debate en torno a los dilemas éticos que pueden surgir en la intervención social. Los Espacios de Reflexión Ética ofrecen un espacio seguro donde los profesionales pueden discutir y analizar situaciones complejas desde una perspectiva ética, con el objetivo de tomar decisiones informadas y éticamente responsables. El trabajo de Joan Cánimas ha sido influyente en el desarrollo de estas prácticas en el ámbito de los servicios sociales, ya que tiene diversas publicaciones dedicadas a la ética aplicada, así como ha sido un miembro destacado del Observatori d’Ètica Aplicada a l’Acció Social, Psicoeducativa i Sociosanitària, de Catalunya.
El marco de referencia para la creación de Espacios de Reflexión Ética en los Servicios Sociales en Andalucía
El marco normativo de referencia para la creación de los Espacios de Reflexión Ética en los servicios sociales en un aspecto fundamental para fomentar un enfoque ético en el trabajo de las plantillas de profesionales del Sistema Público, y para garantizar la calidad de los servicios prestados a la comunidad.
La Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía confiere una importancia significativa a la ética en el ámbito de los servicios sociales; tanto es así, que en su artículo 71 dispone la creación de un Comité de Ética de los Servicios Sociales (para favorecer la reflexión en el marco de los servicios sociales). Posteriormente, en su artículo 72, encomienda al Gobierno andaluz a elaborar y aprobar un Código de Ética para los Servicios Sociales (que garantice la reflexión ética en la práctica de la intervención social). Además, en el artículo 46, dedicado al Proyecto de Intervención Social, señala que “en los casos de mayor complejidad, situaciones de riesgo o desprotección social, el Proyecto de Intervención Social contemplará los instrumentos y mecanismos dispuestos para la toma de decisiones basadas en la deliberación ética”. Igualmente, en su artículo 70 la citada Ley 9/2016, dispone a la Consejería competente en materia de servicios sociales a crear y desarrollar una Estrategia de Ética de los Servicios Sociales para Andalucía, que permita introducir los principios éticos en las políticas sociales y en la provisión de los servicios sociales.
La Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía establece entre sus objetivos “Impulsar la reflexión ética en los centros de trabajo para la mejora de la calidad de la atención profesional”. Este es el segundo objetivo perteneciente al Eje/3, dedicado a las Instituciones, Organizaciones y Centros de Trabajo. Para llevar a cabo este objetivo, dicha Estrategia dispone las siguientes actividades (pág. 83):
AC51. Elaborar y difundir una guía sobre la pertinencia, utilidad y funcionamiento de los Espacios de Reflexión de Ética en servicios sociales, para su difusión a los diferentes centros de servicios sociales, a través de los medios de comunicación que se estimen convenientes.
AC52. Impulsar la creación de Espacios de Reflexión Ética en los centros de servicios sociales comunitarios, y centros de servicios sociales especializados, en éste último caso a través de la incorporación de cláusulas sociales que valoren la creación de estos Espacios de Reflexión como un plus en el mantenimiento y concertación de servicios sociales.
Tal como se desprende de todo este marco normativo y técnico de referencia, el Sistema Público de los Servicios Sociales de Andalucía considera necesario impulsar la creación de Espacios de Reflexión Ética dentro del entramado de centros y servicios que forman parte del Sistema.
Procedimiento para su creación
1. Formación básica en ética dirigida a la plantilla de profesionales que forman parte del centro de trabajo en el que se va a crear el Espacio de Reflexión Ética.
2. Crear un grupo promotor del Espacio de Reflexión Ética (en adelante ERE) para trabajar en un reglamento de constitución del ERE. Las personas que compongan este grupo promotor recibirán, además, una formación avanzada en deliberación ética para abordar los conflictos éticos que surgen en la práctica profesional.
Si la organización lo considera conveniente, todas las personas que forman parte del centro de trabajo pueden asistir a la formación avanzada. Siempre es ideal que una persona que desee formar parte de un espacio de reflexión ética cumpla con una serie de requisitos mínimos. En primer lugar, es fundamental que posea una sólida base de conocimientos en ética y filosofía moral. Debe comprender los principios fundamentales de la ética, así como tener un conocimiento profundo de las diferentes corrientes éticas y sus argumentos. Además, es importante que la persona tenga la capacidad de reflexionar de manera crítica y objetiva sobre cuestiones éticas. Debe ser capaz de analizar y evaluar diferentes posturas y argumentos, sin dejarse llevar por prejuicios personales o influencias externas. Asimismo, es necesario que tenga una actitud abierta y tolerante hacia las opiniones y perspectivas de los demás. Debe ser capaz de escuchar y considerar puntos de vista diferentes, incluso si no los comparte, y estar dispuesta a debatir de manera respetuosa y constructiva.
Adicionalmente, se valora la honestidad y la integridad moral en una persona que forme parte de un espacio de reflexión ética. Es importante que la persona sea coherente entre sus valores y sus acciones, y que actúe de acuerdo con los principios éticos que defiende.
Por último, la persona que exprese su deseo de formar parte de un ERE, debe ser consciente de la responsabilidad que implica formar parte de un espacio de reflexión ética. Debe estar dispuesta a asumir el compromiso de contribuir de manera activa y significativa al diálogo ético, aportando ideas y perspectivas enriquecedoras, y a hacerlo durante un tiempo (al menos un año continuado de prestación de servicios).
3. Diseñar un Reglamento del Espacio de Reflexión Ética para el Centro de Servicios Sociales.
Es importante destacar que, en el caso de Cataluña, es el Comité de Ética de los Servicios Sociales tiene entre sus funciones la de “establecer las normas de la constitución de los espacios de reflexión ética en servicios de intervención social” (Elisa Hernández Abellán, 2018). No obstante lo dicho, a modo de ejemplo, se va a compartir la estructura básica que podría contener el Reglamento de un Espacio de Reflexión Ética de estas características, se hará tras finalizar con los pasos del procedimiento para ponerlo en marcha (al final de esta entrada de blog, y sólo como un ejemplo orientativo).
4. Sería muy elogiable tomar la iniciativa de comunicar por escrito, a la Consejería competente en materia de servicios sociales de la Comunidad Autónoma de Andalucía, la decisión de crear el Espacio de Reflexión Ética. Se considera que puede ser beneficioso hacer llegar a la citada Consejería la decidida voluntad de apostar por la ética aplicada en los centros de trabajo, siempre de acuerdo al respeto escrupuloso a la Ley 9/2016, de 27 de diciembre, de Servicios Sociales de Andalucía, y a la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía, en base al marco de desarrollo normativo expuesto en los párrafos precedentes.
Ejemplo de Reglamento de Organización y Funcionamiento del Espacio de Reflexión Ética del «Centro de Servicios Sociales X«
(Este ejemplo es sólo una guía orientativa)
1. Introducción y marco normativo de referencia
En esta sección se explica el propósito del reglamento y se establece el marco normativo general de referencia, enunciado al inicio de esta entrada de blog. Sería interesante en este apartado reflexionar por escrito, a modo de preámbulo, sobre la importancia de introducir la ética en los procesos de intervención de los centros de servicios sociales, al objeto de mejorar la calidad ética de estos espacios de trabajo.
Es muy importante hacer mención a la ética tal cual está recogida en la Ley Andaluza de Servicios Sociales, y cómo se recogen estos Espacios de Reflexión en la Estrategia de Ética.
2. Objeto
El presente reglamento tiene como objeto establecer un marco de referencia para promover y facilitar espacios de reflexión ética dentro del centro de servicios sociales XX. Este espacio permitirá a los profesionales del centro discutir y analizar conflictos y dilemas éticos que surjan en su práctica profesional, tomar decisiones fundamentadas y mejorar la prestación de servicios sociales de manera ética y responsable.
3. Participantes
El espacio de reflexión ética estará abierto a todas y todos los profesionales que trabajan en el centro de servicios sociales XX, incluyendo profesionales del trabajo social, psicología, educación social y otros especialistas relacionados. La participación será voluntaria y se fomentará la diversidad de opiniones y perspectivas. Todas las personas participantes deben contar con una formación en ética aplicada y deliberación ética de al menos XX horas.
La formación en deliberación es fundamental para garantizar que las personas participantes estén equipadas con las habilidades necesarias para llevar a cabo discusiones productivas y constructivas. Esto implica comprender cómo desarrollar argumentos sólidos, escuchar atentamente a los demás y llegar a soluciones consensuadas. Cuando las personas están bien formadas en deliberación, las discusiones se enriquecen con diferentes perspectivas y se fomenta un ambiente de respeto y apertura. Además, la formación en deliberación también ayuda a evitar que los sesgos personales y los prejuicios influyan demasiado en el proceso de toma de decisiones.
4. Temáticas y Contenidos
En el Espacio de Reflexión Ética, se abordarán diversas temáticas que estarán relacionadas con conflictos éticos en el ámbito profesional. A continuación, detallaremos algunos de estos temas frecuentes y los contenidos específicos que podrían analizar en la actividad de este Espacio:
–Privacidad y confidencialidad: la importancia de proteger la privacidad y mantener la confidencialidad de la información en el entorno laboral.
–Conflictos éticos relacionados con la divulgación indebida de información confidencial.
–Responsabilidad y toma de decisiones: el papel de la responsabilidad individual y colectiva en la toma de decisiones éticas.
–Análisis de casos en los que se presenten dilemas morales y cómo abordarlos desde una perspectiva ética.
–Ética en la relación con las personas usuarias y la ciudadanía en general: la importancia de brindar un trato justo y respetuoso a las personas usuarias, familiares y la ciudadanía en general.
–Exploración de situaciones éticas en las que se pueda comprometer la relación con las personas atendidas, como el manejo adecuado de quejas o reclamaciones.
–Conflicto de intereses: identificación y gestión de conflictos de intereses en el ámbito profesional.
–Aceptación de contraprestaciones, regalos u obsequios en el ámbito profesional.
–Situaciones de objeción de conciencia o dejación de funciones.
-Etc.
Estos son sólo ejemplos de las temáticas y contenidos que se trabajarán en el Espacio de Reflexión Ética. Cabe mencionar que, para participar en este espacio, es necesario contar con la formación mínima exigida previamente. En general, de lo que se trata es de enumerar las temáticas que se podrían abordarán en el Espacio de Reflexión Ética, o incluso las cuestiones que no se abordarían en este Espacio de Reflexión Ética, por ejemplo, temas que tengan que ver con cuestiones disciplinarias o deontológicas, por ejemplo. Esto lo deben desarrollar por escrito las personas que formarán parte del Espacio de Reflexión Ética, siempre que cuenten con la formación mínima exigida en el punto anterior.
5. Metodología
En cuanto a la metodología, en esta sección se explica cómo se llevará a cabo la reflexión ética, qué técnicas o herramientas se utilizarán y cómo se fomentará la participación activa de los miembros. Cabe señalar que la más extendida es la Deliberación Ética en base al Método Deliberativo propuesto por el Dr. Diego Gracia. Este enfoque es ampliamente reconocido y utilizado en diversos contextos para abordar cuestiones éticas y morales de manera rigurosa y participativa.
El Método Deliberativo se fundamenta en la idea de que la toma de decisiones éticas debe ser un proceso reflexivo y colaborativo. En primer lugar, se establece un espacio seguro y respetuoso en el que los participantes puedan expresar sus puntos de vista y opiniones de manera abierta y libre de prejuicios. Una vez creado este ambiente propicio, se inicia el proceso de deliberación, que consiste en analizar detalladamente los distintos aspectos de la situación ética en cuestión. Esto implica examinar los valores, principios y normas éticas que podrían estar en juego, así como las posibles consecuencias de las diferentes decisiones que se podrían tomar. Durante la deliberación, se utilizan técnicas específicas para facilitar el diálogo constructivo y el intercambio de ideas entre los participantes. Estas técnicas pueden incluir la argumentación racional, el contraste de opiniones, la búsqueda de consensos y la identificación de posibles soluciones. La participación activa de los miembros es fundamental en este proceso. Se fomenta la escucha activa, el respeto mutuo y la consideración de los diferentes puntos de vista. Es importante que todas las voces sean escuchadas y tomadas en cuenta, para garantizar una reflexión ética inclusiva y equitativa.
6. Normas de Convivencia
Las normas básicas de convivencia son un conjunto de reglas que se establecen para garantizar una convivencia armoniosa entre los participantes. Estas normas son fundamentales para fomentar un ambiente de respeto y tolerancia mutua, así como el reconocimiento y aprecio por la diversidad de opiniones.
El respeto mutuo es uno de los pilares fundamentales de estas normas. Implica tratar a los demás con consideración, escuchar activamente sus puntos de vista y evitar cualquier forma de discriminación o desprecio hacia ellos. Respetar y valorar la diversidad también es esencial, ya que cada individuo tiene su propia perspectiva y experiencia que enriquece el grupo.
Además del respeto mutuo y la tolerancia, es importante que los participantes sean conscientes de que cada uno tiene derecho a expresar sus opiniones libremente. Esto implica escuchar atentamente las diferentes perspectivas, aunque no se esté de acuerdo con ellas. El diálogo constructivo es fundamental para construir consensos y buscar soluciones conjuntas.
Es responsabilidad del grupo redactor establecer estas normas básicas de convivencia de manera clara y concisa, para que todos los participantes las conozcan y puedan seguirlas. Estas normas ayudarán a crear un ambiente propicio para el intercambio de ideas, el aprendizaje mutuo y el respeto por los demás.
Recuerda que el cumplimiento de estas normas es responsabilidad de todas las personas que forman parte, y cada participante tiene un papel importante para promover una convivencia armoniosa y respetuosa.
7. Agenda y moderación
Los encuentros se realizarán de manera periódica, siguiendo una frecuencia mínima de XX veces al año. Esta periodicidad asegura que se mantenga un flujo constante de diálogo y reflexión en el Espacio de Reflexión Ética.
Cada encuentro contará con una agenda previamente establecida, que permitirá abordar de manera organizada los temas de interés y las problemáticas éticas relevantes para el grupo. De esta manera, se asegura que se aborden y se discutan de manera exhaustiva todos los aspectos importantes relacionados con la ética.
Con el fin de garantizar una dinámica fluida y respetuosa, se designará a una persona moderadora o facilitadora para cada encuentro. Esta persona será responsable de guiar la discusión y asegurar que se respeten las normas establecidas previamente. El rol del moderador es fundamental para promover un ambiente de diálogo abierto, respetuoso y enriquecedor.
Entre las funciones de la persona moderadora se encuentra la de fomentar la participación activa de todas las personas asistentes. Se espera que el moderador anime a los participantes a expresar sus opiniones, escuche de manera atenta y propicie un ambiente inclusivo donde todas las voces sean escuchadas y respetadas.
En cuanto a los criterios de selección de las personas moderadoras, existen diversas alternativas que pueden ser consideradas. Una opción es designar al moderador por su rol de superioridad jerárquica en el grupo, siendo una persona con autoridad reconocida en el ámbito ético. Otra opción es llevar a cabo una votación entre todas las personas miembros del grupo para elegir al moderador de cada encuentro. También es posible seleccionar al moderador en base a su experiencia y formación en ética aplicada, optando por la persona que posea mayor número de horas de formación y experiencia en el campo.
En resumen, en el Espacio de Reflexión Ética se promueve la celebración de encuentros periódicos con una agenda previamente establecida, donde una persona moderadora o facilitadora se encargará de guiar la discusión y asegurar un ambiente de diálogo abierto y respetuoso. Los criterios de selección para esta figura pueden variar, pero siempre se buscará la participación activa y el respeto de todas las personas involucradas.
8. Privacidad y Protección de Datos
Todos las personas participantes deberán respetar la confidencialidad de las situaciones y casos planteados durante las sesiones deliberativas. Se deberá mantener la privacidad de la información compartida y no se podrá divulgar ninguna información identificable sin el consentimiento previo de las personas involucradas. Se establecen las medidas de privacidad y protección de datos que se implementarán, garantizando la confidencialidad y el sigilo respecto de la información compartida por las y los participantes.
9. Análisis de Casos y Dilemas Éticos
Durante el desarrollo de las reuniones previamente fijadas, se presentarán casos y dilemas éticos relacionados con la práctica de los servicios sociales. Las personas participantes tendrán la oportunidad de analizar estos casos, identificar los valores y principios éticos en juego, y reflexionar sobre las posibles soluciones o cursos de acción…, hasta alcanzar el curso óptimo de acción, el cual deberá ser legal, defendible públicamente y sustentable en un plazo razonable de tiempo (se designará un método para la deliberación ética). También se pueden establecer requisitos mínimos para la preparación de los casos, y el tiempo mínimo de antelación, a quién se harán llegar, la ubicación de las sesiones deliberativas, cómo se harán llegar las recomendaciones a la persona consultante del equipo, etc.
10. Toma de Decisiones
A partir de las discusiones y reflexiones realizadas en el Espacio de Reflexión Ética, se buscará llegar a consensos y acuerdos sobre la mejor manera de abordar los conflictos y dilemas éticos planteados. Estas decisiones servirán como guía para tomar acciones concretas en el ámbito de los servicios sociales, siempre teniendo en cuenta el respeto a los Derechos Humanos y la dignidad de las personas, así como el resto de disposiciones normativas de referencia.
11. Registro, evaluación y seguimiento
Se llevará un registro de los temas tratados, las decisiones tomadas y las conclusiones alcanzadas en cada encuentro del Espacio de Reflexión Ética. Esto permitirá evaluar y mejorar continuamente el proceso, así como dar seguimiento a las decisiones adoptadas. Se establece cómo se evaluará la eficacia del Espacio de Reflexión Ética, y cómo se realizará su seguimiento para realizar las mejoras oportunas.
12. Disposiciones Finales
En esta sección se incluyen las disposiciones generales, como la periodicidad de las sesiones, la duración de la vigencia del reglamento, la renovación de sus miembros, el reciclaje formativo de sus profesionales, la posibilidad de realizar modificaciones en el futuro, etc.
Todas estas disposiciones son absolutamente orientativas, una guía de ejemplo para romper el hielo y comenzar con este cometido. Lo más importante es la formación de todas las personas participantes en materia deliberativa, ya que, sin esta formación la calidad de las deliberaciones estará muy comprometida.
Fin del ejemplo orientativo sobre cómo llevar a cabo el Reglamento de Organización y Funcionamiento.
Los Espacios de Reflexión Ética son una herramienta invaluable para promover y fomentar la práctica de la calidad ética en el ámbito de los servicios sociales. Estos Espacios brindan un entorno seguro y colaborativo donde los profesionales de la intervención social pueden deliberar sobre los dilemas y conflictos éticos que surgen en su trabajo diario. La intervención social implica interactuar con personas en situación de vulnerabilidad, enfrentar situaciones complejas y tomar decisiones que tienen un impacto directo en la vida de los demás. Es en este contexto donde los Espacios de Reflexión Ética se vuelven esenciales. A través del diálogo abierto y el intercambio de ideas, los profesionales pueden compartir sus perspectivas, analizar diferentes puntos de vista, y desarrollar habilidades para tomar decisiones fundamentadas y éticas.
Estos Espacios también fomentan el aprendizaje continuo y la actualización profesional. Los dilemas éticos son inherentes a la práctica profesional en los servicios sociales, y a través de la reflexión conjunta, las profesionales pueden fortalecer sus habilidades para abordar estas situaciones de manera responsable y ética. Además, la diversidad de opiniones y experiencias en estos Espacios enriquece el proceso de toma de decisiones, al considerar diferentes enfoques y posibles soluciones. Es fundamental destacar que los Espacios de Reflexión Ética no solo están destinados a resolver conflictos, sino a prevenir su aparición. Al proporcionar un entorno favorable para la discusión ética, se fomenta una cultura de responsabilidad y reflexión continua, lo que a su vez contribuye a mejorar la calidad de los servicios sociales en general.
Si bien los Comités de Ética desempeñan una función crucial en la toma de decisiones éticas, los Espacios de Reflexión Ética trabajan de manera conjunta, con el objetivo de alcanzar niveles éticos que estén acordes con las exigencias morales de los servicios sociales en el siglo XXI. La reflexión y el análisis de casos concretos son fundamentales en este proceso. A través de estos Espacios, se busca fortalecer la calidad y la efectividad de los servicios sociales, siempre teniendo como foco central el respeto a los Derechos Humanos y la inclusión social.
En un mundo en constante evolución, es esencial contar con instancias de reflexión y análisis que nos permitan adaptarnos y responder de manera ética a los desafíos contemporáneos en el ámbito de los servicios sociales. Además, estos espacios promueven el intercambio de experiencias y conocimientos entre profesionales del ámbito de los servicios sociales, fomentando así el aprendizaje conjunto y la mejora continua. A través de la reflexión y el diálogo, se generan debates enriquecedores que nos permiten crecer tanto a nivel individual como colectivo.
En resumen, los Espacios de Reflexión Ética, no solo trabajan en sintonía con la filosofía por la cultura de la ética que propugnan los Comités de Ética, sino que juegan un papel fundamental para garantizar que los servicios sociales sean éticos, humanos y efectivos. Nos invitan a cuestionar nuestras propias prácticas y a encontrar formas de mejorar la calidad de los servicios que ofrecemos.
Este artículo ha sido elaborado por Inmaculada Asensio Fernández, nombrada Directora de la Estrategia de Ética de los Servicios Sociales de Andalucía el día 08 de marzo de 2018.
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