Hace unas semanas, estando al frente del servicio de atención al público en mi trabajo, atendí a una señora que estaba esperando la resolución de un servicio de ayuda a domicilio para su madre, dependiente severa, y llamó mi atención un comentario de queja que hizo vinculando el retraso en la concesión de la ayuda hacia su madre, y la gran cantidad de ayudas que existen para las personas extranjeras en nuestro país:

– “Me parece tremendo que mi madre tenga que estar a la espera de resolución de ampliación de horas del servicio de ayuda a domicilio, y, sin embargo, a las personas inmigrantes que llegan a España les dan una paga y una casa, ¡sin ser españoles!”

Quedé conmovida por este comentario -me molestó- pero he de reconocer que es relativamente habitual en mi entorno, el de los servicios sociales y socio-sanitarios, escuchar este tipo de quejas por parte de personas que se encuentran a la espera de algún recurso público. Se culpa a las personas extranjeras de los desaguisados que ocurren en nuestro país.

Existe la creencia generalizada de que a todas las personas migrantes que llegan a España se les proporciona vivienda y prestaciones económicas, por el sólo hecho de ser migrantes, y el bombardeo de fake news ha colaborado mucho para que estas creencias se instalen en la conciencia ciudadana. Pero no, no es oro todo lo que reluce.

Lo comenté en voz alta con mis compañeras, y una de ellas me comentó que ella ha escuchado que a las personas migrantes que llegan a Canarias para ser trasladas a la península, se les facilita una ayuda de 300 euros, nada más llegar a la frontera española.

Decidí consultar a una colega profesional experta en estos temas, ya que ha ostentado diferentes puestos de responsabilidad en la ONG ACCEM, Yasmina Mª Rivas Benavides.

Previo a entrar en el tema de las ayudas las citadas ayudas en cuestión, Yasmina me comentó que, en primer lugar, era necesario hacer una diferenciación entre personas migrantes y personas refugiadas, porque las ayudas a unas y a otros difiere mucho.

Definición de persona migrante

Aun cuando no existe una definición jurídicamente convenida, las Naciones Unidas definen el migrante como «alguien que ha residido en un país extranjero durante más de un año independientemente de las causas de su traslado, voluntario o involuntario, o de los medios utilizados, legales u otros». Ahora bien, el uso común incluye ciertos tipos de migrantes a más corto plazo, como los trabajadores agrícolas de temporada que se desplazan por períodos breves para trabajar en la siembra o la recolección de productos agrícolas. Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas. Cita: https://refugeesmigrants.un.org/es/definitions

Definición de persona refugiada

Los refugiados y las refugiadas son personas que se encuentran fuera de su país de origen por temor a la persecución, al conflicto, la violencia generalizada, u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público y, en consecuencia, requieren protección internacional. La definición de refugiado se puede encontrar en la Convención de 1951 y en los instrumentos regionales relativos a los refugiados, así como en el Estatuto del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La Ley 12/2009 reguladora del derecho de asilo y de la protección subsidiaria, configura el asilo en España, reconocido en el artículo 13.4 de la Constitución Española, como la protección dispensada por España a los nacionales no comunitarios o a los apátridas a quienes se reconozca la condición de Refugiado de acuerdo con esta Ley, con la Convención de Ginebra de 1951 y el Protocolo de Nueva York de 1967. Cita: https://refugeesmigrants.un.org/es/definitions

Yasmina ¿Qué tipo de ayudas se les facilita a las personas migrantes que llegan a Canarias para ser trasladas a la península?

Comenzamos por las personas migrantes que llegan a nuestras fronteras

Como sabes, los flujos migratorios son cambiantes, siendo estos modificados por los diferentes contextos y realidades que existen a lo largo del globo, sin importar el continente. Actualmente, casi todas las personas que llegan a las fronteras españolas a través de Canarias, lo hacen para cruzar a otro país de Europa, donde tienen redes de apoyo; de este modo, el tiempo que pasan en nuestro país no suele ser superior a 1 mes, a veces sólo 15 días (remarcó que lo observaba con frecuencia en su experiencia del día a día).

La acogida inmediata se concreta en alojamiento y manutención.

Se les proporciona un primer alojamiento que se lleva a cabo en dispositivos de acogida que gestionan las diferentes ONG, y que financia el Ministerio de Inclusión. Cuando estos dispositivos están desbordados, las personas son reubicadlas a otros alojamientos, como es el caso de los hoteles/hostales que tanto revuelo han creado, o campamentos habilitados para este fin. Cabe destacar que, cuando se habilitan este tipo de recursos, los establecimientos no lo hacen de forma gratuita, ya que cobran por dar sus servicios.

También se les proporciona manutención (desayuno, almuerzo y cena) para esos primeros días, pues son necesidades absolutamente básicas. Al igual que se les da un kit de higiene y una muda de ropa.

Ayuda de autonomía para marcharse salir del centro

Se les facilita una ayuda de autonomía (ronda los 45-50 euros) de bolsillo, para facilitar que estas personas continúen con su proyecto migratorio, ya sea en España o el resto Europa, en el que tienen redes de apoyo (familiares, amistades, vecinales).

Luego están las personas que solicitan la protección internacional (refugiadas)

Mención aparte merecen los programas sociales de ayuda internacional, proporcionados a las personas refugiadas, lo que se conoce comúnmente como la protección internacional. En toda Europa se contemplan las mismas ayudas que en España, adaptándose cada país a su modelo de Estado del Bienestar.

Las personas solicitantes de asilo que no tienen recursos económicos, pueden acogerse al programa, que tiene una duración máxima de 18 meses. A través de este programa se puede solicitar plaza en un dispositivo de acogida financiados por el Gobierno de España, y tutelados por ONG, por ejemplo, ACCEM, CEAR, Cruz Roja, CEPAIM, Provivienda, etc. En esos pisos o centros de acogida se proporciona la cobertura de las necesidades básicas, así como se les facilita el aprendizaje del idioma, orientación laboral, contextualización del país de acogida, asistencia psicológica y asistencia jurídica, si la necesitan. Dentro de esta acogida temporal, están contemplados una serie de apoyos para la obtención de medicamentos o ropa si fuera necesario. Por lo general, a los 6 meses desde que la solicitud de protección internacional es admitida a trámite la protección internacional se concede el permiso de trabajo, pudiendo desde ese momento ser su propio sustento y tener una vida normalizada.

Luego, a las personas que se les concede el estatuto de persona refugiada, o le han concedido protección subsidiaria, tienen derecho, hasta completar los 18 meses de programa y siempre y cuando no estén trabajando,  a unas ayudas de autonomía consistentes en: sufragar gastos de alquiler de una vivienda (dentro de un rango de precios) y de suministros básicos (luz y agua), así como manutención (según sea el caso). Estas ayudas de autonomía se justifican, de manera acreditada documentalmente a través de las ONGs colaboradoras con el Gobierno, todos los meses del año. Existiendo, en cualquier caso, seguimiento técnico periódico.

Para finalizar, las personas que vienen de Canarias lo suelen hacer con una orden de devolución (su situación es irregular). Algunas de estas personas solicitan protección internacional (las que han sufrido torturas en sus países, por ejemplo), pero en la península hay una lista de espera en protección internacional bastante importante.

Hasta aquí unas pinceladas sobre estas cuestiones, siempre para contribuir al aprendizaje de toda la comunidad profesional de Trabajo Social, y también para ofrecer unas pildorillas de conocimiento a la ciudadanía.

!Gracias Yasmina!

Inmaculada Asensio Fernández.