Responder a esta pregunta no es moco de pavo, pues aunque no te des cuenta, diariamente te estás dejando llevar por una inercia que más tarde o más temprano te llevará a algún lugar… ¿Te lo has planteado?
Una vida sin propósito, sin dirección, dicen muchos autores que no merece la pena ser vivida. Y aunque esto parezca exagerado, desde luego sí podemos afirmar que vivir con conciencia y con actitud, es mucho más de lo que han hecho muchos de los que nos precedieron, con lo que tenían en ese momento histórico que les tocó vivir.
Hoy día la información es abierta y abunda por doquier. Las personas se cuestionan cómo evolucionar, no sólo en ámbitos prácticos y rutinarios de la vida, sino que se plantean la autorrealización como una aspiración más de la propia existencia.
En este sentido, es conveniente recordar que aquello en lo que pones tu ATENCIÓN, va determinando tu vida, aunque la mayor parte del tiempo esto pase desapercibido. Si te enfocas en el dolor y el sufrimiento, eso encontrarás. Si te enfocas en tus frustraciones y fracasos, más de eso seguirás encontrando. Si te enfocas en el amor que sientes por las personas que te rodean, más amor vas a sentir, pues no puede ser de otra manera.
Coloquialmente hablando, se puede decir que la ATENCIÓN es como los focos de un coche, guían el camino:
- Si está DISPERSA, muy abierta, apenas alumbra a lo lejos, con lo cual se pierde intensidad y perspectiva.
- Si está CENTRADA, la luz es más estrecha, pero se puede ver el camino a lo lejos. Y este aspecto es crucial para asegurar un buen y seguro viaje en carretera.
Conviene enfocarse bien. Tener la atención puesta en todos lados, y a la vez en ningún sitio, es un déficit.
Te invito a poner un título a tu vida actual, y que lo hagas sin pensar mucho, para no dejarte engatusar por la mente juguetona que habita en tod@s nosotr@s. Escríbelo y léelo en voz alta. Asimilalo, pues lo creas o no, ese título ya estaba dentro de ti, aunque de manera no consciente, y está determinando tus pasos y tus decisiones de vida AHORA.
Los objetivos personales son importantes, pues en ellos vamos a poner toda nuestra energía, y ellos van a surgir fácilmente en cuanto tengas claro tu título de vida aquí y ahora. Sin embargo hay algo que quiero compartir con vosotros, y es que no todos los objetivos son útiles para avanzar en la vida, y conviene tener muy clara esta diferenciación que te presento cuando te estés planteando cambios cruciales, a estos niveles que estamos comentando:
- Hay objetivos por compensación, que se encargan de equilibrar una carencia en nuestra vida, por ejemplo por algún suceso de nuestro pasado, por tanto se manifiestan en forma de carencia. Suelen expresarse en negativo (por ejemplo: no quiero volver a tener problemas económicos).
- Luego hay objetivos por realización personal, que no se basan en las carencias que han marcado nuestra vida pasada, sino en nuestros deseos. Estos deseos se pueden formular llamando al genio de la lámpara.
- Y luego hay una tercera categoría, que yo denomino objetivos por convicción, que son los que responden a nuestra verdadera esencia y naturaleza, además de que no se basan ni en carencias ni en deseos, sino que nacen de la quietud y la paz de un estado sosegado, de esa seguridad interna que se va desarrollando con el paso de los años, y que poco tiene que ver con alimentar al ego, sino más bien con nuestros principios más profundos, con nuestras raíces. Suelen ser objetivos que no implican tener más, ni acumular más, sino que se centran en desarrollar lo más íntimo y valioso de las personas: su interior, y que indudablemente mejora la calidad de sus relaciones personales, y el bienestar de otros colectivos con los que se relaciona. Estos objetivos suelen ser ECOLÓGICOS, no comprometen en modo alguno ni afectan negativamente al medio o a las personas que rodean a quién los tiene, sino todo lo contrario, son beneficiosos para toda la gente que les rodea.
Si tus objetivos son realistas, y responden –al menos- a las dos últimas categorías expuestas (según el momento de evolución en el que te encuentres) seguramente tu atención se posará en ellos, y de algún modo llegarás a puerto.
Y ahora respóndete, sé honest@: ¿Qué título le pondrías a tu vida justo en este momento?
Autora: Inmaculada Asensio Fernández.