El día 19 de Marzo nos reunimos varias personas profesionales del trabajo social en Almería, con motivo de la celebración del Día Internacional del Trabajo Social (17 de Marzo de 2015). La convocatoria partió del Colegio Oficial de Trabajo Social de Almería, y la reunión la hicimos en la Asociación La Guajira, a los pies de la Alcazaba (gracias por cedernos vuestras instalaciones). Echamos un té y conversamos, tras la proyección del documental «Derechos sociales por la dignidad», corto elaborado por el Consejo General de Trabajo Social para denunciar los recortes en materia social. *Ver documental aqui: http://goo.gl/fTTNHD
La tarde fué muy provechosa, pues tras la proyección del documental se inició un debate en el que participaron casi todas las personas asistentes, exponiendo y criticando la situación de pobreza y precariedad por la que atraviesan las familias almerienses desde el inicio de la crisis económica.
Voy a resumir lo más destacado de las intervenciones realizadas, tras las cuales se comenzaron a articular algunas propuestas de mejora:
¿Qué no funciona en Almería en materia de políticas y servicios sociales?
- Se observa una insensibilidad política importante respecto a las necesidades y derechos más básicos de las personas, y esto es muy preocupante para cualquier comunidad.
- Los y las profesionales del trabajo social estamos asumiendo un papel de compensación ante tanto desaliento, y en ocasiones se duda acerca de si es correcto el contener a las personas en los despachos, para que no revienten y no pierdan la esperanza por la privación de las necesidades más básicas, de manera que se les incentive a seguir luchando. O quizá más bien se debería hacer justo lo contrario, incentivarlas para que con toda esa emocionalidad y rabia, articulen los mecanismos necesarios para elevar su voz allá donde es necesario que se les escuche. Los y las profesionales están hartos y quieren llamar la atención de quiénes nos gobiernan.
- Las políticas sociales juegan un papel decisivo en la gestión y administración de los servicios sociales, y los y las profesionales de lo social no pueden ser ajenos a la necesaria vinculación de la profesión con las diferentes figuras políticas que enmarcan el trabajo a nivel local y autonómico, principalmente, pues de ellas se va a derivar que haya buenas o deficientes-lamentables intervenciones profesionales.
- Es lamentable que desde que comenzó la crisis más del 40% de las demandas en servicios sociales se realizan para cubrir las necesidades más básicas: COMER Y DISPONER DE LUZ Y AGUA. El Programa de Garantía Alimentaria. Y sí, estás leyendo bien, el 40%.
- Se denuncia en la reunión que hay muchos Ayuntamientos en la provincia de Almería que no son transparentes. Que aprueban ayudas económicas de subsistencia mínima para las personas y familias, mediante resolución, y luego no liberan el dinero para hacerlas efectivas. Denuncian que en el día a día observan el uso del dinero público que se hace en muchos Ayuntamientos, y que no recae en las necesidades de la población, NI MUCHO MENOS! (Y no expongo aquí a qué localidades se refieren por no comprometer a las profesionales que dieron la cara para exponerlo).
- Se denuncia la ceguera, sordera y falta de escrúpulos de muchas y muchos funcionarios públicos, que observan día a día todos los abusos e injusticias en sus puestos de trabajo, y ni dicen ni hacen nada.
- La profesión de trabajo social se encuentra ante el cometido, ahora más que nunca, de plantearse hacia dónde vamos, pues la situación comienza a ser preocupante. Muchos y muchas profesionales dedican parte de su trabajo a realizar informes sociales para que las personas puedan acceder a los ALIMENTOS del Banco de Alimentos ¿Es comer un derecho, o tiene que estar justificado por el informe de un o una trabajadora social? ¿Hablamos de caridad, de beneficencia o de carroñería?
- Al recordar el lema del Día Internacional del Trabajo Social para este año: “Promover la dignidad y el valor de las personas», un alumno de trabajo social que asiste a este encuentro y que recién ha finalizado sus estudios de grado, visiblemente motivado y con mucha conciencia social, señala que todo lo que está sucediendo con la pobreza a las que se está sometiendo a las personas responde a una INTELIGENCIA PERVERSA, que está haciendo responsables de la crisis a los ciudadanos, además de hacerles sentir vergüenza social. Se traslada la culpa a la persona que pide ayuda -a veces incluso los mismos profesionales. Digamos que, entre unos y otros, «se van echando el muerto encima«, y nadie llega a encarar por completo este problema.
- Se antepone el interés personal al del grupo, en todos los textos, protocolos, anteproyectos de ley en los que se tratan asuntos concernientes a los servicios sociales: atención centrada en la persona ¿Y el grupo qué? Esto es un déficit que ya verémos por dónde termina saliendo.
- Algunas personas señalan que hay que visibilizar más los servicios sociales, y consideran un error que una misma Consejería aúne lo social y lo sanitario, pues no se da abasto. Reivindican que debería haber una Consejería para los Asuntos Sociales o para el Bienestar Social, y otra para Salud.
- También se denuncia la falta de protocolos o de mecanismos de coordinación entre los servicios sociales, salud y educación, y esto es muy grave, pues enlentece y hace improductivo el trabajo, con el consiguiente perjuicio para la persona interesada.
- La situación social de las familias almerienses, en su conjunto, debería de tener una mayor repercusión y presencia en los medios de comunicación: en las redes, notas de prensa, blogs y demás.
Y ahora bien ¿QUÉ HACEMOS?
1. Los presupuestos municipales son un indicador básico sobre cómo va a ir el futuro en materia de servicios sociales, y ahí debería de haber un pronunciamiento por parte de los colectivos del trabajo social (colegios profesionales) de manera que se ejerza algún tipo de control para hacer presión al respecto. Se propone analizar los presupuestos de los Ayuntamientos de Almería más de 20.000 habitantes y emitir informes al respecto.
2. El informe social debería tener una base jurídica para que sean vinculantes, para que no se vulneren los derechos de las personas a las que se atiende, estando legitimidadas a recibir una ayuda en un momento dado, o un recurso específico. El Colegio de Trabajo Social de Almería propone estudiar este tema con el gabinete jurídico, a ver qué se puede hacer.
3. Los Colegios Profesionales deberían aglutinar los espacios de debate, reflexión y asesoramiento a los y las profesionales.
Y hasta aquí el encuentro de hoy.
Si queréis dejar más aportaciones o denuncias al respecto: hacedlo. Me gustaría que todo ésto fuese conocido por todas las personas que día a día toman las decisiones. Que no somos tont@s, que no estamos cieg@s. Queremos derechos sociales de verdad.
Hola Inma.
Felicidades por tu post. Me parece una gran iniciativa publicar los resultados de vuestro encuentro.
Yo asistí al encuentro homólogo de Galicia y la información que transcribes es bastante similar al resto de comunidades. Es lamentable.
Sobre todo por la «impotencia» que sienten los y las profesionales.
Son profesionales que tras su jornada laboral se llevan lo «vivido» durante el día a casa. Como otros muchos, sí. Sin embargo, los profesionales de lo social conviven a diario con situaciones difíciles de gestionar, situaciones que suponen un gran desgaste emocional y mental. Situaciones que suelen afectar seriamente a su salud, con un alto índice de baja laboral, e incluso de mortandad. Lo veo a diario porque ayudo a profesionales del bienestar a autocuidarse, a conocer y manejar sus emociones para poder liberarles de esa sobrecarga, para eliminar o reducir los efectos dañinos del estrés.
Estos niveles de estrés sumados a los propios por la inestabilidad del sistema de bienestar, hacen muy difícil el seguir prestando una atención de calidad a las personas usuarias de los servicios sociales. Y sin embargo, ahí siguen. Día tras día. Apoyando al ciudadano. Como debe ser.
En estos momentos tan complicados, desde el Consejo General de Trabajo Social se escuchan mensajes continuamente sobre un cambio en la atención a las personas usuarias. Trabajar desde el empoderamiento y la devolución de la autonomía a la ciudadanía.
Y es lógico. Cuando no hay recursos materiales hay que potenciar los recursos personales de las propias personas implicadas. Quizá nos acomodamos a un sistema que «cubría» necesidades y ahora nos cuesta actuar de otro modo, pero es necesario adaptarse… y rápido.
Con respecto a este tema, me surge una pregunta ¿qué hacen l@s trabajador@s sociales de otros países donde el sistema de bienestar no existe o es distinto? ¿Qué enfoque, herramientas, sistemas utilizan?
Gracias Inma por proponer este espacio que, sin darme casi cuenta, me ha permitido expresar lo que pienso y siento al respecto.
Leticia, me ha gustado mucho tu aportación a esta entrada de blog. Eres una persona con mucha fuerza, y con mucha formación y experiencia. Gracias por tu comentario. Un abrazo.
Gracias Inma.
Pásate por mi blog. En estrategias y artículos podrás leer un poco más de lo que hago y si te resulta interesante podemos organizar algo conjunto.
Abrazos.