
Ilustración de la artista Philippa Rice
El arte de generar conversaciones positivas y nutritivas es algo que se cultiva de manera muy significativa en las relaciones de pareja estables, o por lo menos es algo que se espera de ellas. Por algo el título de la entrada de blog de hoy afirma que una pareja es una conversación, ya sea larga o corta, pues hoy día las relaciones adoptan formas diversas y los tiempos de permanencia no están tan marcados como antaño. Sin embargo, está claro que el diálogo alimenta y enriquece al amor.
De hecho, un argumento que apoya de manera directa que se produzca una ruptura de pareja es debido a la incapacidad de ambas personas para crear conversaciones con un trasfondo común, que ayuden a generar un mundo de «posibles» compartido. De este modo, cuando no se produce un verdadero encuentro con la otra persona en el acto de conversar, comienza una lenta y -a veces- invisible ruptura, envuelta en el silencio, en la distancia emocional con el otro.
Conversando creamos una vida en común – un «futurible» con la otra persona, y ser capaces de generar esa posibilidad en común es lo que aporta calidez al intercambio entre ambos, es decir: EL AMOR.
«Un matrimonio feliz es una larga conversación que siempre parece demasiado corta». André Maurois.
Hacerte responsable de tu parte en dicha conversación es lo único que puedes hacer para intentar que la relación funcione, por tanto no se trata de cambiar a nadie, sino de poner la atención en ti, en cómo te comunicas -en primer lugar contigo mismo (en tus diálogos internos o «en off»), y en segundo lugar en cómo te comunicas con el otro.
Toma un minuto para reflexionar: ¿qué te dices sobre él o ella? ¿Cómo resolvéis vuestras diferencias cuando surgen? ¿Cómo disfrutáis compartiendo el tiempo?… el hilo conductor de todo eso es una conversación… en la mesa, comentando por ejemplo qué tal ha ido el trabajo; en la cama, haciendo el amor o acariciándonos y a la vez generando diálogos de fantasía en los que perdernos; en los momentos poco gratos de la vida, acompañando, sosteniendo al otro, a veces con nuestras palabras y a veces con nuestros silencios… Y así tantas conversaciones como situaciones diversas plantea el universo de lo cotidiano.
Hay conversaciones que cambian el curso de nuestra vida, tanto por tenerlas como por no tenerlas… ¿Lo has pensado?
Autora: Inmaculada Asensio Fernández