¿Has escuchado hablar del narcisismo psicopático?

En estos días he tropezado con un blog llamado «sobreviviendo a psicópatas y narcisistas» y me ha suscitado interés la lectura de sus publicaciones, enlaces y comentarios varios. Pensaba que iba a encontrar “más de lo mismo” sobre temas de violencia de género, pero para mi sorpresa se habla de una serie de dinámicas que se establecen en las relaciones de pareja, en las que el narcisismo del hombre ocupa un papel protagonista en toda la clase de ordalías que experimentan las mujeres que entran en relaciones con este tipo de sujetos.

El narcisismo se define por la DRAE como:
1. m. Manía propia del ´narciso´: hombre que cuida demasiado de su arreglo personal, o se precia de atractivo, como enamorado de sí mismo.
2. m. Excesiva complacencia en la consideración de las propias facultades u obras.

El hombre narcisista destrata o maltrata de una manera encubierta a la mujer con la que mantiene una relación de pareja, pero su manera de comportarse socialmente provoca tanta admiración en las personas de su entorno, que no es tan fácil detectar que está humillando o tratando mal a su compañera. Y en los casos en los que sí se detecta, de algún modo se les excusa silenciosamente por sus conductas, por tratarse de un personaje peculiar, con éxito, fama o reputación y/o dinero, y con muchas personas alrededor deseando alcanzar todos esos superficiales dones sociales.
Estas personas no tienen ningún tipo de profundidad emocional, sino que pasan de puntillas por los sentimientos de las personas con las que se involucran emocionalmente, de hecho las consideran más bien pertenencias, cosas… no personas autónomas y con dignidad.
Los psicópatas narcisistas son miopes emocionales, y restan valor al respeto hacia los demás en pos de ensalzarse a sí mismos. Suelen moverse con un interés claro y desvalorizan el vínculo auténtico con los demás. Generalmente se centran en sus propios deseos, necesidades y placeres, y en muchas ocasiones, debido a todas sus excentricidades y comportamientos excesivos –en cierto modo histriónicos- suelen considerarse como ´personas magnéticas´.

Su magnetismo no puede estar más alejado de la realidad, desde el punto de vista de una mujer que ha vivido una relación sentimental con una pareja de este tipo. Sólo se trata de la fachada de un vampiro –totalmente vacío de una cosa llamada ´verdad´- y que sólo busca la manera de llenar huecos.

El narcisista actúa de una manera muy similar de un caso a otro, a juzgar por los comentarios que leo en la página. Su modus operandi se resume en que conoce a una mujer que le atrae, la cual suele estar necesitada de afecto. Se convierte en la persona que cree que esa mujer necesita: se adapta a todos sus gustos e intereses, finge ser quién imagina que ella espera que sea y se mimetiza con ese personaje ficticio.
Una vez logra comenzar una relación con esa persona la trata como a una reina. La colma de halagos y de todo tipo de detalles (invitaciones, regalos, sorpresas inesperadas e incluso costosas…) de manera que la hace creer que ella lo merece todo, que es especial y única.
Poco a poco va haciéndose consciente de que ya no tiene que ganarse a la mujer en cuestión, ya no hay reto y su interés afloja considerablemente. A partir de este momento comienza a tratarla como a una ´cosa´, a hablarle mal, a manipularla, a hablarle de otras mujeres y a establecer situaciones de tira y afloja, oscilando entre una pasión desmedida y apresurada, y un desinterés creciente que provoca en la victima un sentimiento de culpa y de haber provocado ese repentino cambio.
Una vez tiene atrapada emocionalmente a su victima, comienza a estar sexualmente disponible a otras mujeres… y comienzan las infidelidades. La relación se convierte en un espacio de lucha por el poder, en el que él –sabedor de tener la sartén por el mango- cae en una situación de total desprecio hacia su pareja, y comienza a abrir todos los sentidos a la posibilidad de encontrar otra pareja más… más… más divertida, guapa, pasional, graciosa, joven… En definitiva una mujer a la que pueda colocar en un pedestal y por la que pueda iniciar otra carrera para conseguir su reto, su más preciado valor: ser elegido por ser quién es, por ser un hombre valioso, el más de lo más en todos los sentidos: un triunfador nato.

Entonces se produce el milagro. En esas pequeñas ráfagas de conquista se ve a sí mismo ganador y se enamora una vez más de su propia imagen, como sucedió a Narciso.

Pero detrás de su imagen no hay aguas cristalinas, sino que se esconde la sombra de todas las mujeres que guardan un pésimo recuerdo de él en sus memorias, y que no ven en su imagen más que a un impostor, alguien que no merece ningún tipo de aprecio. Alguien a quién rechazar de por vida.
Por eso, tal como recomienda este blog a las mujeres que pueden verse envueltas en este tipo de situaciones, una vez y no más. Tropieza una vez, pues en realidad estadísticamente es fácil hacerlo, hay mucho psicópata narcisista suelto por la sociedad que conocemos. Si ya lo has vivido, aprende a reconocerlos y a huir de ellos, que se quemen ellos solos en la pira de su vanidad.
Tú haz tu trabajo y que cada cual haga el suyo.

Inmaculada Asensio Fernández.

2 comentarios en “¿Has escuchado hablar del narcisismo psicopático?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s