
Hoy día 19 de marzo se celebra el Día del Padre.
Hace unas semanas estuve viendo en Televisión una entrevista de Évole a Felipe González, y hubo un momento en que Évole le preguntó:
¿Has sido un buen padre?
Se hizo un silencio incómodo… Sin realizar un gran esfuerzo se podía adivinar la respuesta.
González contestó que él quería mucho a sus hijos, pero que no había pasado tiempo con ellos, y entendía que la atención y el compartir tiempo juntos eran fundamentales para ese calificativo de ser buen padre.
Esto me dio que pensar sobre el ejercicio sano y respetuoso de la paternidad, ese que requiere de paciencia, atención, tolerancia a la frustración y grandes dosis de protección y cariño.
Dada la variabilidad de situaciones que encontramos en cada agrupación familiar, y a las exigencias crecientes que plantea la sociedad que hemos creado, debemos reconocer que compatibilizar trabajo y familia es todo un reto. De este modo, el factor tiempo juega en contra de muchos padres, y en algunos hogares más que en otros.
Aún con dificultades en contra, hay quienes se esfuerzan el doble por compartir algún tiempo de calidad con sus hijos, pero también sabemos que hay padres que no pasan ningún tiempo con sus hijos, que no llaman a sus hijos, que no reconocen a sus hijos y no les muestran interés.
Por tanto, ya no sólo encontramos el factor tiempo, sino que también encontramos el factor INTERÉS.
Ser papá lleva aparejado preocuparse por los hijos, por cómo se va desarrollando su proyecto de vida. Pero también implica construir puentes de comunicación para fortalecer el afecto, aunque exista distancia física.
Un buen padre hace lo posible por estar en comunicación con sus hijos.
A estos padres se les ha de reconocer a través de este 19 de marzo.
Por eso, a los que se esfuerzan, a los que aman, a los que cuidan y a los que llaman…
Feliz Día del Padre.
Inmaculada Asensio Fernández.