Palabras clave
Trabajo social, innovación social, sinergia.
Resumen
Con el desarrollo de la presente comunicación se formulan una serie de propuestas para ejercer profesionalmente el trabajo social, tanto de forma individual y autónoma, como mediante la colaboración con otros campos de conocimiento y otros profesionales. Tomando la fuerza de aquellos profesionales que nos precedieron, y el impulso de los que en este momento se encuentran en primera línea de acción- reflexión, innovando y creando, así como apostando por nuevas formas de llevar a cabo el trabajo diario; construyendo los puentes necesarios para llegar a aquellos sectores profesionales poco explorados en el desarrollo histórico de la profesión en nuestro país.
Keywords
Social work, social innovation, synergy.
Abstract
With the development of this communication we intend to made a series of proposals for professionally social work practice, both individually and autonomously, and through collaboration with other fields of knowledge and other professionals. Taking the force from the professionals who came before us, and taken the pulse of those who are currently at the forefront of action-reflection, innovating and creating and investing in new ways to carry out the daily work, building the necessary bridges to reach those unexplored professional sectors in the historical development of the profession in our country.
INTRODUCCIÓN
La contracción económica por la que estamos atravesando ha afectado mucho a la profesión de trabajo social, pues por un lado ha aumentado considerablemente la demanda de su ayuda, y por otro ha reducido la posibilidad de acceso a los recursos públicos con los que complementa su intervención. Este desmantelamiento acelerado y progresivo de los servicios públicos, está desafiando la capacidad creadora de muchos profesionales de lo social que se están viendo abocados a llenar el vacío dejado por un estado de bienestar gravemente herido.
Desde el ámbito de la profesión se deben articular todas las acciones reivindicativas que se consideren necesarias para salvaguardar todos esos derechos sociales conquistados, bajo la premisa de: “reivindicar sí, y ampliar horizontes y enfoques en pos de avanzar, también”.
La profesión se encuentra ante el reto de re-inventarse, manteniendo la identidad que proviene de su cuerpo teórico y de la sistematización de su práctica profesional, realizando un movimiento consciente para acercarse a otros ámbitos de intervención, es decir, encaminarse hacia la conquista de nuevos espacios donde ejercer y desarrollar su trabajo. Crear nuevos campos de acción puede ser una oportunidad de mejora en este momento en el que lo que abundan son las necesidades sociales. Siguiendo a Natalio Kisnerman «toda crisis lleva a la reflexión y a una angustia existencial, pues ellas son el motor de los cambios». En este sentido, es conveniente recordar que el trabajo social creativo es la capacidad de generar alternativas de solución y llevarlas a cabo, pues las personas con las que trabajamos son el recurso más valioso con el que podemos contar, ya que ellas tienen capacidades que el trabajador social ha de movilizar, con un decidido papel motivador y de promoción.
ABRIR CAMINOS GENERANDO SINERGIAS CON OTROS PROFESIONALES
La titulación académica de trabajo social proporciona una basta formación para detectar e interpretar las bases del sufrimiento humano, interviniendo en los puntos en los que las personas interactúan con su entorno, para dar soporte, acompañar y orientar hacia la superación de las dificultades, así como para motivar hacia el cambio.
Muchos profesionales que se dedican a labores de ayuda comienzan a apostar por marcos de trabajo más libres y autónomos, desde esquemas de colaboración con otros profesionales, trabajando por proyectos. De este modo aporta y a la vez se nutre de tal colaboración en muchos ámbitos de su carrera. Algunos ejemplos prácticos de la generación de estas sinergias empresariales pueden ser los siguientes:
Creación de proyectos para poner en marcha escuelas de padres y madres, en colaboración con profesionales de la enseñanza, de la psicología, o de la educación social, entre otros. Intervenir conjuntamente en estos ámbitos enriquece mucho el trabajo, además de que aporta una visión muy práctica de la realidad social y familiar del momento actual.
Desarrollo de proyectos conjuntos para ejercer la actividad de la mediación familiar, trabajando en colaboración con abogados-as, o con profesionales vinculados con el campo de la psicología, entre otros. De este modo se amplía la red de personas a las que ofrecer los servicios, y se tiene la posibilidad de moverse en círculos mayores de actuación. Para embarcarse en este tipo de proyectos es necesario realizar una formación complementaria y específica en mediación familiar, según la normativa vigente que regula el desempeño de esta actividad.
Proyectos de puesta en marcha de servicios de orientación y apoyo a familias, dado que hay muchas familias que requieren ayuda especifica por parte de equipos multidisciplinares y que no suelen frecuentar los servicios sociales. Este tipo de proyectos se pueden orientar a la resolución de conflictos en el seno de las familias, así como a abordar aspectos tales como el diseño del proyecto familiar vital, incluyendo aquí herramientas que provienen de profesiones emergentes en estos momentos de cambio mundial, como ejemplo el coaching, etc.
Como vemos en estos ejemplos prácticos, se trata de establecer marcos de colaboración sobre la base de lo que unos y otros profesionales dominan en su ámbito de trabajo, intercambiar ideas y crear nuevos proyectos, útiles e innovadores para el momento social que se está atravesando, en concordancia con las características culturales, sociodemográficas y económicas del lugar.
AMPLIACIÓN DEL CAMPO DE ACTUACIÓN MEDIANTE LA INCORPORACIÓN DE CONOCIMIENTOS Y EXPERIENCIAS PROVENIENTES DE OTRAS DISCIPLINAS.
Cada momento histórico posee unos condicionantes para el desarrollo de cada profesión. Los hechos que vivimos hoy día nos fuerzan de alguna manera a encontrar alternativas para actuar y avanzar en este contexto cambiante. Surgen nuevas profesiones como el coaching, la terapia gestalt, las constelaciones familiares, el mindfullness, etc.
Son muchos los profesionales que, formados académicamente en una disciplina determinada, apuestan por ampliar su formación hacia otras corrientes o vías con las que enriquecer su trabajo, mediante la incorporación de nuevos conocimientos y experiencias profesionales. Ana Escobar, diplomada en trabajo social, da buenas muestras de ello mediante la puesta en marcha de una empresa de trabajo social, peritaje y formación. Toda su experiencia como empresaria queda reflejada en su libro sobre Introducción al ejercicio libre profesional y empresarial de los trabajadores sociales.
CO- RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LAS GRANDES EMPRESAS HACIA EL OBJETO DE INTERVENCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL.
En estos momentos que estamos atravesando en los que hay bastantes promociones de profesionales de lo social que tienen dificultades para acceder a un empleo, se proponen nuevas vías para tratar de mejorar la calidad de vida de las personas que habitan el mundo, en esta ocasión con la propuesta clara de corresponsabilizar a las grandes empresas con el bienestar de la población, de manera que se pueden comenzar a elaborar proyectos de bienestar o desarrollo comunitario, rescatando la colaboración económica de estas empresas y que parte de sus beneficios reviertan en la población, generando por otro lado un honda expansiva de solidaridad y promoción de la calidad de vida.
Hay muchos países europeos en los que profesionales del trabajo social se dedican a elaborar proyectos que más tarde presentan a empresas para conseguir fondos, y finalmente consiguen llevarlos a cabo, tanto para el propio personal de la empresa (bajo el prisma de la mejora de la calidad de vida de los propios empleados, sobre todo cuando se trata de grandes empresas) como dirigidos a la comunidad. A este tipo de fórmula se la viene llamando fundraising. La sociedad la hacemos todos, y las empresas tienen un papel muy importante en este sentido.
Luego encontramos otro tipo de experiencias relacionadas con el mundo empresarial, como la incorporación de la figura del trabajador-a social en los equipos de recursos humanos de las grandes empresas. En este momento presente hay muchos profesionales del trabajo social que ejercen su trabajo en los departamentos de recursos humanos de grandes empresas o multinacionales, fundamentalmente en países con una marcada tradición social como en latinoamérica: Colombia, Ecuador, México,etc. En España, sin embargo, el desarrollo de la profesión no se ha abierto camino en el ámbito de la empresa y de los recursos humanos, siendo relativamente frecuente la elaboración de propuestas teóricas sobre el sector acerca de este tipo de experiencias. Encontramos, por ejemplo, la aportación teórica de Yolanda Domenech y Juan Carlos Gómez, desde la Universidad de Alicante, en la cual se concretan en una serie de propuestas de trabajo de los trabajadores sociales, relacionadas con la empresa en general, y los recursos humanos en particular. La figura del trabajador social, dentro de los equipos de recursos humanos, compartiría funciones propias de los recursos humanos, al trabajar en equipo con los demás miembros, así como funciones específicas del Trabajo social, ya que su objeto de intervención se centra en procurar la mejora de la calidad de vida de las personas que trabajan en las empresas.
CONTROL Y GESTIÓN DE CALIDAD EN LOS CENTROS QUE ATIENDEN A PERSONAS EN SITUACIÓN DE ESPECIAL VULNERABILIDAD.
Los profesionales del trabajo social están formados para asegurar que las personas alcanzan determinadas cotas de bienestar social, definidas por una serie de derechos y, en definitiva, de políticas sociales.
Los trabajadores/as sociales tienen las competencias suficientes para medir la calidad de vida de las personas usuarias que disfrutan del recurso en cuestión, así como para planificar, hacer seguimiento y propuestas de mejora respecto a la adecuada marcha del centro y al adecuado avance, desarrollo y desempeño de sus usuarios, en base a unos determinados objetivos. El tema de la gestión de calidad asegura que se cumplan unos estándares mínimos de calidad que superan con creces a lo estipulado en las normativas y reglamentos que regulan ese tipo de establecimiento, pues la gestión de calidad supone siempre una mejora en la calidad de vida, además de que supone un compromiso claro y real con la filosofía de la mejora.
La gestión de calidad no tiene porqué suponer un desembolso mayor para este tipo de centros; simplemente es necesario que exista un determinado compromiso por parte de las instituciones que ejercen la tutela de los mismos, de manera que el nivel de exigencia a las entidades gestoras suponga la contratación de trabajadores y trabajadoras sociales. En definitiva, siguiendo a Mª Jose Salvador (Técnica de la Gerencia de Servicios Sociales de Castilla y León), los programas de mejora de la calidad deben de contener, entre otras cosas, una definición clara de los requisitos de calidad necesarios, y uno de los profesionales más indicados para definir tales requisitos es el/la trabajador/ a social.
Está claro que la tendencia actual en materia de política social no está en sintonía con el crecimiento de centros y servicios, más bien todo lo contrario, pero una cosa es que no se pueda crecer, y la otra muy distinta es que no podamos mejorar el terreno que pisamos y que ya hemos conquistado, con nuestra trayectoria y saber hacer.
CONCLUSIONES
Durante el desarrollo de la comunicación se han plasmado una serie de experiencias profesionales relacionadas con posibilidades de empleabilidad del trabajo social. Todas las propuestas vertidas tienen su base en la lectura de diferentes experiencias de otros profesionales, tanto en España como en otros países de Europa, así como provienen de experiencias de desarrollo profesional que se están comenzando a llevar a cabo en la sociedad española, y de la cual se tiene noticia por el surgimiento de nuevos negocios.
La incorporación de la figura del trabajador social en las empresas supondría un avance en la modernización de la mentalidad del tejido empresarial, de cara al desarrollo de actitudes de concienciación, co-rresponsabilidad y promoción de la solidaridad social y económica de estas empresas con aquellos que se encuentran en situación desfavorecida. Al fin y al cabo la sociedad la creamos todos/as.
El trabajo social tiene una función cohesiva en la sociedad y, por tanto, debe aumentar su proyección más allá de los ámbitos conocidos y explorados. Esta proyección está en manos de los propios trabajadores sociales, ya que como actores principales tienen mucho que aportar a través de la creación de nuevas propuestas, creación de foros donde compartir ideas y experiencias novedosas, así como alimentarse de lo que otros/as profesionales ya han avanzado en este sentido.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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AUTORA: Inmaculada Asensio Fernández
*** Comunicación presentada en el XII Congreso Estatal de Trabajo Social, celebrado en Marbella los días 14, 15 y 16 de Noviembre de 2013.
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