El establecimiento de una edad para jubilarse es una construcción social que parte de una decisión política determinada por factores biológicos, culturales, psicológicos, económicos y sociales. Este proceso de jubilación no es igual para todas las personas, pues somos diferentes y afrontamos los cambios de la vida de una manera diferente también.
El Instituto Andaluz de Administraciones Públicas (IAAP) organiza cada año un curso para preparar a los funcionarios andaluces para la transición a la jubilación, cuyos contenidos abarcan aspectos de autocuidado relacionados con la alimentación, ejercicio físico, estilo de vida saludable, prevención de adicciones (abuso de medicamentos, alcohol, tabaco…), automotivación y optimismo, ocio, flamenco… y un modulo de carácter social que imparte la trabajadora social que alimenta este blog, con el objetivo de tomar conciencia sobre el estado de diferentes esferas de la vida social de cada uno de los participantes para poder tomar decisiones orientadas a su mejora.
Iba una mañana caminando por la calle de las Tiendas (Almería) cuando recibí una llamada de Federico Alonso Trujillo, director del curso “Preparación a la jubilación andaluza”; me ofreció la posibilidad de colaborar como docente en esta actividad formativa a través de un modulo de carácter social. Y… ¿cuál fue mi respuesta? Pues no me lo pensé ni un segundo, dije SI.
La vida es un proyecto continuo que atraviesa diferentes ciclos y etapas, y cada una de estas etapas viene acompañada de toda una serie de sucesos, de los cuales podemos hacer una lectura positiva a veces y negativa otras, pero con todos ellos vamos edificando y fortaleciendo la persona que somos. En este sentido, dado que la jubilación marca un importante cambio en el proceso habitual de vida, y puesto que de hábitos y rutinas estamos en cierto modo hechos, ahora es el momento de parar y reflexionar sobre el camino recorrido, y sobre el camino que deseamos recorrer.
La mirada del trabajo social aporta un granito de arena importante para ayudar a las personas a mejorar ciertos aspectos de su vida personal y social, yendo al encuentro de aquello que las limita y de aquello que les importa, para poder tomar decisiones.
Mi propuesta concreta para este curso es impartir un pequeño módulo centrado en la “creación del proyecto de vida social” de cada uno de los participantes. Para crear este proyecto es necesario realizar una serie ejercicios prácticos y vivenciales. Las dinámicas propuestas por esta servidora apoyan en dos aspectos fundamentales:
- tomar conciencia del proceso en el que nos encontramos y de qué áreas de nuestra vida social funcionan mejor y cuáles necesitan ser revisadas, y
- coger las riendas de la propia vida, proponiendo objetivos para ajustar aquellas esferas susceptibles de mejora, siempre en un proceso ordenado y a la luz de los resultados obtenidos mediante las dinámicas propuestas por la formadora.
Ya hemos realizado este curso en Granada, Huelva y Jaén, de hecho este mismo lunes estuve en Baeza (por segunda vez en los últimos seis meses) impartiendo este modulo:
No hay nada más motivador que dedicarse a lo que a una le gusta, y además recibir un feedback tan positivo y alentador. Estamos deseando que se celebre el siguiente.
Sala de prensa:
Autora: Inmaculada Asensio Fernández