AUTORÍA
R López Medel*, F Alonso Trujillo*, S Pinzón Pulido**, I Asensio Fernández*, JM Rodríguez López*, M Martínez Domene*.
*ASSDA. Agencia de Servicios Sociales y Dependencia de Andalucía.
**EASP. Escuela Andaluza de Salud Pública
Contacto: Raquel López Medel. Email: raquel.lopez.medeljuntadeandalucia.es // Tel. 670944542/619189996. Dirección: ASSDA. Área de Drogodependencia e Inclusión Social. Sevilla.
INTRODUCCIÓN
Desde hace unos años, se han empezado a producir iniciativas destinadas a recuperar el tiempo perdido y a fomentar el desarrollo de las aplicaciones específicas de la ética a los diversos ámbitos de la salud pública, como actividad sanitaria dirigida a la población y como orientación deontológica a la práctica profesional. Si bien es verdad que hasta ahora han sido bastante ajenas a los ámbitos académicos y profesionales de la salud pública en España, nos pueden servir de estímulo y documentación para recuperar nuestro retraso. En cualquiera de sus aspectos, las actividades de la salud pública podrían beneficiarse de la aplicación de consideraciones éticas, sin olvidar que también es posible una utilización inadecuada que, por ejemplo, sirviera como coartada para conculcar los principios y valores que pretenden respetarse[1].
Las drogodependencias y adicciones representan, por sus propias características, un campo idóneo para el acercamiento bioético, suscitan conflictos de valores a niveles muy diversos; constituyen un problema complejo en el que interaccionan intereses políticos, económicos, sociales, culturales y sanitarios. Esta enorme complejidad condiciona que los conflictos de valores se produzcan en situaciones muy variadas[2].
Las conductas adictivas además de los aspectos médicos, psicológicos, sociales y jurídicos, arrastran una dimensión ética con un componente moral y una estrecha vinculación a las relaciones y el comportamiento de las personas en sociedad y por consiguiente constituye un aspecto relevante en el momento de realizar cualquier valoración en al campo de las adicciones[3].
El tratamiento de las adicciones se asignan a un espacio denominado “sociosanitario”, lo que supone que en el tratamiento se imbrica la actuación de diferentes sectores profesionales ya que hay que atender la multiplicidad de los problemas asistenciales planteados.
La necesidad de coordinación sociosanitaria se evidencia en la atención a varios colectivos, entre los que se encuentra el de las personas con problemas de adicciones. El propósito de la coordinación se centra en la mejora de la calidad de vida de las personas, generando espacios profesionales en los que se comparten conocimientos y experiencias tanto en el ámbito de la eficiencia técnica, como en el abordaje de los cuestionamientos éticos comunes a toda intervención de carácter clínico y social[4].
La realidad de la intervención en el tratamiento de las drogodependencias y adicciones, desde un modelo sociosanitario, evidencia la necesidad de reflexionar sobre su abordaje desde la biosocioética, con la premisa que las cuestiones éticas que suceden en la práctica profesional en los procesos de atención sociosanitaria requieren un abordaje sistemático y sólidamente construido, que garanticen una atención de calidad y el ejercicio de los derechos de las personas atendidas.
OBJETIVOS
General:
- Identificar elementos claves que favorezcan la incorporación de los principios de bioética y ética de la intervención social en el ámbito de las drogodependencias y adicciones con la finalidad de prestar una mejor atención a las personas que presentan esta patología.
Específicos
- Identificar los problemas éticos más frecuentes en el ámbito del abordaje de las drogodependencias y adicciones, desde el punto de vista de la bioética y de la intervención social.
- Considerar en la investigación en drogodependencias y adicciones, los aspectos bioéticos y de la ética en la incorporación social.
METODOLOGÍA
Se ha realizado una búsqueda de información para documentar los conceptos básicos en bioética, los aspectos éticos en la intervención social (principios, conflictos más frecuentes, métodos de resolución…), explorar las diferencias y/o la complementariedad del abordaje de los conflictos éticos que se presentan en la atención de los servicios sanitarios y sociales en cuanto el bienestar de las personas. Asimismo se ha realizado una búsqueda exhaustiva y especifica de los diferentes trabajos publicados sobre la intervención ética en el tratamiento de las drogodependencias y adicciones.
La estrategia utilizada para la búsqueda de la información se ha centrado en la revisión de artículos:
- Facilitados por la organización del VI Diploma de Especialización en Bioética (EASP. Ed 2015-2016).
- Publicados en revistas, portales de difusión científicas (Fundación Grifols, Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona, Google académico, Cuiden Plus, Dialnet, Revistas especificas sobre drogodependencias y adicciones (Adicciones, Revista Española de Drogodependencias).
Criterios de búsqueda:
- Palabras claves: ética, bioética, ética de la intervención social, principios éticos, drogodependencias y adicciones.
- Periodo temporal de la búsqueda: 2000-2016.
- El área geográfica para la búsqueda se ha circunscrito a países de habla hispana y con especial interés en Andalucía, en tanto interesaba localizar información sobre actuaciones, actividades, análisis, intervenciones, experiencias éticas en el tratamiento de las adicciones que se hayan podido llevar a cabo en esta comunidad autónoma.
- El idioma utilizado para la búsqueda ha sido principalmente español.
RESULTADOS.
La drogodependencia es un trastorno con tendencia a la cronicidad, recidivante, que lleva a un comportamiento de búsqueda compulsiva de la droga, pérdida del control del autoconsumo a pesar de los efectos perjudiciales del mismo y fenómenos de recidiva, incluso tras largos periodos de abstinencia. Por ello, los problemas éticos que se presentan a los equipos profesionales de atención son amplios y complejos, sin embargo y justificado por algunos factores, no existe una especial dedicación en esta materia.
Todo acto profesional que llevemos a cabo implica una dimensión bioética. Si bien existen diferentes códigos deontológicos que nos pueden orientar, cada profesional será quien decida qué principios bioéticos guiarán su actuación en múltiples situaciones ordinarias o conflictivas. Específicamente en el área de las drogodependencias los aspectos que generan mayor controversia son aquellos en los que se confronta una visión más paternalista frente a otra más autonomista, el conflicto persona vs. sociedad, y las diferencias entre las perspectivas ética y legal [5] .
El objetivo principal de la investigación clínica es generar conocimiento generalizable, que sirva para mejorar la salud y el bienestar y/o aumentar la comprensión de la biología humana; las personas que participan son sólo un medio para asegurar tal conocimiento. En consecuencia, en toda investigación clínica existe el potencial de explotación al colocar a las personas sujetas a la investigación en una situación de riesgo de ser perjudicadas en aras del bien de otras. Los requisitos éticos para la investigación clínica están dirigidos a reducir al mínimo la posibilidad de explotación, con el fin de asegurar que las personas que participan en la investigación no sean sólo usadas, sino tratadas con respeto mientras contribuyen al bien social.
Gran parte de las cuestiones éticas que se plantean en investigación en ciencias sociales tienen un fundamento común con respecto a la investigación biomédica, en el sentido en que apuntan a respetar a las personas participantes y aceptar las decisiones que estos tomen en relación a la información que revelan o a las experiencias e historias de vida que deciden compartir con el equipo de investigación. No obstante, muchas de estas cuestiones éticas, como el respeto de la privacidad y la protección de la confidencialidad, cobran matices diferentes en las investigaciones sociales dadas las características específicas de las estrategias de investigación, de la población o problemática estudiadas y el contexto en el que se llevan a cabo [6].
CONCLUSIONES
Se evidencia la conveniencia de incorporar las diferentes visiones éticas, como herramientas que puedan facilitar a los equipos profesionales de los recursos de tratamiento para las adicciones en Andalucía a ofertar una mejor respuesta en el abordaje a las problemáticas que presentan las personas con problemas de adicciones.
Desde los principios de no maleficencia y beneficencia, las estrategias en la atención a las drogodependencias y adicciones deberían continuar implementando programas de utilidad demostrada, relativos a la propia dependencia (programas libres de droga y programas de mantenimiento con sustitutivos) y relativos a los problemas físicos, psíquicos y sociales derivados del consumo y/o conducta adictiva: programas de reducción de riesgos y daños, de incorporación social, abordaje de patología dual.
Desde el principio de justicia se debe facilitar, a las personas afectadas, los recursos y programas necesarios sin discriminarles por no alcanzar las expectativas sociales, y, desde el principio de autonomía, respetar su individualidad y su proyecto vital.
Los problemas éticos en intervención social se agrupan en cuatro categorías, los relacionados con la información, con aspectos intrínsecos y extrínsecos a la intervención profesional y aquellos referidos a aspectos relacionales.
La realidad de la intervención en el tratamiento de las drogodependencias y adicciones, desde un modelo sociosanitario y la necesidad de este modelo de intervención por parte de estos equipos profesionales, centrada en la mejora de la calidad de vida de las personas, generando espacios profesionales en los que se comparten conocimientos y experiencias, plantea la necesidad de un abordaje de los problemas éticos desde la biosocioética, con una estrategia conjunta que aúne los esfuerzos del sistema social y el sanitario brindando una atención integral e integrada.
Estos espacios compartidos para la ética de la intervención social y sanitaria, favorecen el estudio, análisis y discernimiento, sobre las pautas y conductas presentes en aquellas profesiones que intervienen en la atención y cuidado de las personas, en los puntos donde éstas interaccionan con sus ambientes.
Las cuestiones éticas que suceden en la práctica profesional requieren un abordaje sistemático y sólidamente construido que garantice el ejercicio de los derechos de las personas en los procesos de atención sociosanitaria2.
BIBLIOGRAFÍA
[1] Segura A. Introducción. Ética y Salud Pública. Cuadernos de la Fundació Víctor Grífols i Lucas. BARCELONA. 2012. 27: 7-8.
[2] Morera B. Aspectos bioéticos de la asistencia al drogodependiente. ADICCIONES. 2000; 12(4):515-526.
[3] Barrios Y, Hernández MR, Machado V. Valoración ética de las conductas adictivas. Revista Adicción y Ciencia. 2013; 3(2):1-7. URL: www.adiccionyciencia.info
[4] Alonso F, López R, Asensio I, Pinzón S, González MC. ¿Es necesaria una estrategia integrada de biosocioética? Enfermería Clin. 2015; 26(1):7-14. URL: http://dx.doi.org/10.1016/j.enfcli.2015.08.005
[5] Valero MA, Bertolín JM, Ferrer E. Cuestiones bioéticas actuales en las drogodependencias. Revista Española de Drogodependencias. 2011; 36 (1) 11-25.
[6] Santi MF. Controversias éticas en torno a la privacidad, la confidencialidad y el anonimato en investigación social. Revista de Bioética y Derecho. 2016; 37: 5‐21