
Imagen tomada de: https://ar.pinterest.com/pin/376472850086275746/# Ilustración de Daniela-Dahf4
Llevo 12 años leyendo informes sociales y propuestas individuales de atención elaboradas por mis compañeras y mis compañeros de los servicios sociales comunitarios (Ayto. de Almería y Diputación Provincial de Almería). En mi trabajo desde la Agencia de Servicios Sociales y Dependencia, uno de los aspectos más importantes es dilucidar claramente cómo es la situación actual de la persona en situación de dependencia, en cuanto a calidad de vida y cuidados, o respecto a situaciones de riesgo o de vulnerabilidad –por la atomización de diferentes problemas en una misma situación (económicos, de salud, de relaciones personales o apoyos, de déficits de cuidados, etc.) a las que está expuesta en su día a día.
Quiero decir con el párrafo anterior, que mi punto de referencia para averiguar cómo es la situación de vida de la persona en situación de dependencia es a través del informe social –y sobre todo el diagnóstico- elaborado por los servicios sociales comunitarios. El diagnóstico es el que me ofrece una visión panorámica de la situación, deteniéndose en los ángulos en los que se considera necesario destacar información relevante para comprender cómo es la calidad o no de vida de la persona.
Dentro de todo ese universo de material escrito, puedo afirmar que existen enormes diferencias de estilo entre profesionales, pues hay quién describe la situación social de la persona y familia de manera juiciosa y detallada, y hay quiénes redactan diagnósticos sociales tipo “telegrama”, de manera que gran parte de la información la tienes que inferir tú como lectora. Esto podría generar errores de interpretación, por ejemplo, de la urgencia de adoptar una medida urgente de protección.
Te pongo un ejemplo: no basta con decir que la resolución de este expte., es muy urgente, y debe saltarse el orden de prelación respecto a los demás, sino que hay que explicar bien los motivos de esa urgencia, para que la concesión de esa plaza residencial urgente esté justificada y se pueda actuar desde el valor de la justicia en todo momento. Estas explicaciones pueden ocupar más de dos o tres renglones e implica dar motivos de por qué la familia no apoya, qué sucede, cuál es la naturaleza del conflicto familiar.
También hay grandes diferencias a la hora de organizar los contenidos del diagnóstico social. Por ejemplo:
- Hay personas que se afanan en seguir un orden secuencia de hechos (datos básicos, antecedentes, unidad de convivencia y cuidadores-as, situación de la vivienda, calidad de los apoyos dispensados, propuesta y recurso prescrito…).
- Hay personas que cuentan hechos sin ningún orden, yendo del pasado al presente, hablan de hijos o de otros familiares a los que no identifica y sobre lo que apenas aporta información sobre si apoyan o no apoyan, o si hay conflictos o la naturaleza de ellos… En estos casos tienes que leer el diagnóstico social varias veces para que tu mente vaya dando un orden a toda esa información, pero generalmente hay aspectos que se consideran importantes y sobre los que no existe aclaración (por ej., la señora no está bien atendida del todo). En ese “del todo” cabe una gota o cabe un océano, dependiendo del criterio del que escribe y del que lee. Es ambiguo y desaconsejable. *Nota: en este tipo de diagnósticos rara vez encuentras signos de puntuación… de manera que toca leer -de seguido- párrafos interminables.
- Luego hay quién elabora un diagnóstico social copiando literalmente la información del anterior, y añadiendo algún párrafo nuevo al final del informe. Esto es, como los informes sociales se redactan en una aplicación informática -denominada Netgefys- que deja guardado el texto escrito en el último informe social que redactó el trabajador o trabajadora social que se encargó del caso (puede ser la misma persona que lo está elaborando en el presente), sin pensarlo dos veces deja exactamente la misma información que había en el pasado –quizá hace ya 8 años, 5, o 3, o 1- y sólo introduce un breve párrafo final en el que -de manera atropellada- justifica la necesidad de un cambio de recurso para la persona en situación de dependencia (…).
De entre estos tres supuestos descritos, yo me quedo con el primero. Es muy útil para quién no realiza esa visita a domicilio y no conoce a la persona y familia, leer un informe completo y bien organizado, ya que te ayuda a comprender los hechos y a llegar a la conclusión diagnóstica de la profesional que ha elaborado el documento. Incluso hay ocasiones en las que parece que estás visitando esa unidad de convivencia tú misma de lo bien descrita que está la realidad social.
Para finalizar, voy a compartir cómo se podrían estructurar –desde mi punto de vista- los contenidos del DIAGNÓSTICO SOCIAL, sin demasiado artificio, sólo para asegurar que se dispone la información básica y precisa para poder realizar una correcta valoración del caso:
DIAGNÓSTICO SOCIAL BÁSICO EN DEPENDENCIA
1º PRESENTAR A LA PERSONA (Primer párrafo)
- Nombre
- Edad
- El estado civil o pareja de hecho, e hijos *(puede proporcionar información importante y anticipada sobre la red de apoyo con la que cuenta, aunque ese aspecto se desarrolla en el siguiente apartado).
- Grado de Dependencia
- Patologías principales *(nos ayudará a comprender la naturaleza de los cuidados que puede precisar)
2º PRESENTAR LA UNIDAD DE CONVIVENCIA (Segundo párrafo)
- Dónde vive y con quién *(el estado de la vivienda es muy importante para la calidad de vida, y también si está adaptada a las necesidades de la persona).
- Si es propiedad o alquilada *(esta información puede ser importante en los casos en los que la persona pague una hipoteca desmesurada que la haga rozar la pobreza, o para dar cuenta de las dificultades que tiene una persona para hacer frente a un alquiler con una pensión no contributiva de 360 euros al mes, por ejemplo).
- Las personas que conviven con la interesada, quiénes son y cómo se organizan para garantizar la buena convivencia y la provisión de cuidados.
- Señalar si hay apoyos formales (personas contratadas, servicio de comidas a domicilio, etc). Toda la información que surja durante la entrevista y que pueda dar fe de la calidad de los cuidados, o todo lo contrario, de la negligencia en los mismos.
3º RESPECTO A LA PERSONA/s CUIDADORA/s (Tercer párrafo)
- Parentesco *(si no lo hemos dicho ya, que imagino que sí).
- Situación personal (estado civil e hijos, otros lo llaman ‘cargas familiares’), si puede afectar a la capacidad para prestar los cuidados.
- Si desempeña actividad laboral o no, o tiene otros compromisos que puedan afectar a los cuidados (quizá cuida a varias personas en situación de dependencia), lo que puede repercutir en la situación actual.
- Describir cómo es la calidad de los cuidados, cómo se organiza.
- Describir la relación entre persona cuidadora y persona en situación de dependencia *(deteniéndose en las situaciones de conflicto que estén relacionadas con las dificultades que atraviesa la interesada y que aconsejan la adopción de tal o cual medida, o del recurso a prescribir).
- Problemas de salud de la persona cuidadora y situaciones de sobrecarga, si las hay. Ambas cosas podrían afectar a la calidad de los cuidados o la calidad de la relación personal entre dependiente y cuidadora.
4º RESPECTO A LOS CUIDADOS (Cuarto párrafo)
- Tipo de cuidados que necesita y que se prestan.
- Calidad de esos cuidados.
- Tiempo de dedicación (parcial, media o completa) e incluso si se considera necesario aclarar los horarios.
5º SÍNTESIS Y PROPUESTA (Quinto párrafo)
- Sintetizar en un párrafo final cómo es la situación de la persona (adecuada, no adecuada, mejorable, etc.,) y qué necesitaría para cambiarla o mejorarla.
- En los casos de propuestas de recurso para personas con Trastorno Mental Grave, en Almería exigimos que el recurso a prescribir esté consensuado entre trabajador o trabajadora social de los servicios sociales comunitarios y la del Equipo de Salud Mental de referencia en la unidad de salud mental comunitaria.
6º PRESCRIPCIÓN DE RECURSO (Sexto párrafo)
- Finalmente se especificaría el recurso idóneo para la situación de la persona, de entre los que recoge el catálogo de la conocida comúnmente como Ley de Dependencia (art. 15 ), y en caso de prescribir un recurso residencial se deberá especificar la voluntariedad de la persona respecto a este ingreso (si no se ha especificado antes) y el tlf. del familiar de contacto para gestionar el ingreso (esto último para casos de residencia de mayores).
Inmaculada Asensio Fernández.