Un MAPA MENTAL es una representación gráfica de una serie de palabras, ideas, tareas… que se disponen en un folio alrededor de una frase o concepto central.

Imagen tomada de: https://www.mc-maps.com/?p=1660
Antes de que existieran los GPS, cuando queríamos llegar a algún sitio con el coche comprábamos un mapa y mirábamos en él hacía dónde queríamos dirigirnos, esto es: trazábamos una línea imaginaria entre un punto de salida y un punto de destino, y con el mapa nos conducíamos hasta él.
El mapa nos servía para tener claro el destino, para encontrarnos si nos perdíamos, y para tener claras todas las rutas posibles, de manera que nos ayudaba a diseñar de antemano el itinerario más adecuado a nuestros gustos y necesidades.
El mapa mental tiene una utilidad similar, pero no para conducir el coche, sino para conducir nuestra actuación, un proyecto o actividad hacia donde queremos dirigirla. Es una herramienta gráfica poderosa para organizar, planificar y tomar decisiones, pero sobre todo fomenta nuestra creatividad para generar ideas y soluciones ante los retos que se nos presentan.
El creador de la herramienta es el consultor inglés Tony Buzan, y te sirve igual para planificar un proyecto de trabajo, para hacer una lluvia de ideas sobre un tema concreto, para dirigir una reunión de equipo, para memorizar un tema de estudio o para diseñar una exposición en público, y su efectividad está demostrada en todas esas áreas señaladas.
¿Qué necesitamos para hacer un mapa mental?
- Un folio en horizontal.
- Un bolígrafo.
- Un tema central sobre el que vamos a trabajar.
- En el centro del folio se escribe la palabra o tema en cuestión, y se la rodea de un circulo o cualquier otra forma geométrica o figura.
Si utilizamos el mapa mental para realizar una exposición en público (una reunión, un juicio, una exposición en un seminario, jornadas, curso…) puedes atravesar estas fases para su elaboración:
- Fase creativa: Esta fase es de búsqueda de información, por tanto se basa en realizar una lluvia de ideas o brainstorming. La idea es comenzar a extraer ideas desde un concepto central e ir añadiendo círculos y más círculos con todas las ideas que lleguen a nuestra cabeza, sin censura ninguna. Se necesita un folio.
- Fase de ordenación: una vez tenemos el primer folio cargado de esa lluvia de ideas, sin orden ni concierto, ahora tomamos otro folio para organizar todas estas ideas, según orden de importancia. Nos quedaremos con las ideas que consideremos viables y necesarias para nuestra exposición, y dejaremos atrás todas las demás.
- Fase de ensayo y revisión: ahora tomamos un nuevo folio, y tras hacer un ensayo general con el folio anterior, vamos viendo por ensayo y error qué nos conviene dejar y qué no. Para hacer una exposición el ensayo es absolutamente necesario, y seguro que hay pequeñas cosas que necesitamos reconducir o adaptar, por pequeñas que sean.
- Fase de presentación real: una vez tienes claro lo que quieres y hacia donde quieres llegar (tu mapa) ahora puedes utilizar colores, dibujos, números para ordenar la secuencia de ideas en tu exposición… lo que va a contribuir a que memorices toda tu intervención en público.
En conclusión, el mapa mental es una herramienta práctica que facilita el aprendizaje y la creatividad mediante la visualización de ideas de forma esquematizada, todas ellas relacionadas entre sí con el objetivo de sintetizar una unidad de información a la mínima expresión posible.
Inmaculada Asensio Fernández