Hay pensamientos que nutren, que nos ayudan a avanzar en nuestros propósitos, relaciones y en la vida. También hay pensamientos que estresan y producen sufrimiento, y si nos dejamos arrastrar por ellos eliminan todo rastro de claridad: nuestra fuerza para actuar y tomar decisiones.
Por esta razón es conveniente parar y reflexionar cuando algo nos mantiene en una situación de estrés o desasosiego… nuestra propia visión sobre los hechos, nuestras experiencias personales y nuestros valores pueden afectar a la forma de interpretar lo que está sucediendo, y cuanto más aturdidos o aturdidas nos encontramos, mayor es la posibilidad de errar.
La autora estadounidense Byron Katie (2012) dice que es necesario cuestionar nuestros pensamientos para no dejarnos arrastrar por ellos -al menos no por todos ellos- ya que movilizan de manera instantánea nuestras emociones, que son las que nos pueden precipitar a actuar sin pensar.
Si te molesta, duele o te mantiene en situación de alerta… aléjate de la situación para retomarla y reflexionar sobre ella, o cuestiona tus propios pensamientos. Byron Katie propone hacerlo con su método: The Work. Cada cual ha de encontrar el suyo.
Reflexión para el día de hoy, por Inmaculada Asensio Fernández.