Me sumo al movimiento: «YO TAMBIÉN SUFRI BULLYING EN EL COLEGIO».
Me he hecho yo a la idea de que existe tal movimiento, pero si no es así queda oficialmente creado. Está bien eso de compartir la propia historia o experiencia si de algún modo ayuda a otras personas.
CONTRA EL ACOSO ESCOLAR: TOLERANCIA “0”.
Hace poco me dijo un buen amigo que un cantante de música pop acababa de hacer público en las redes sociales que él también había sufrido bullying cuando era niño y adolescente. Me conmovió lo suficiente para hacer público lo que yo también sufrí en mi etapa escolar, y que ha marcado en gran medida mi carácter y muchas de las elecciones que he hecho en la vida.
Mediante esta entrada de blog voy a definir lo que se entiende por Bullying, para pasar a relatar brevemente mi experiencia en el colegio, con el objetivo de colaborar para visibilizar este problema social, y sensibilizar a los y las profesionales involucrados.
¿QUÉ ES BULLYING?
Acoso físico o psicológico al que someten, de forma continuada, a un alumno-a sus compañeros-as, que suele tener lugar en el aula y en el patio de la escuela. Los casos de bullying revelan un abuso de poder. El acosador o acosadora logra la intimidación del otro chico-a, quién lo percibe como más fuerte, más allá de si esta fortaleza es real o subjetiva. Poco a poco, el niño-a acosado-a comienza a experimentar diversas consecuencias psicológicas ante la situación, con unas consecuencias en la vida social del sujeto muy concretas; para empezar: teniendo temor de asistir a la escuela, mostrándose retraído-a ante sus compañeros, disminuyendo su rendimiento académico (…) llegando a situaciones extremas de suicidio.
(http://definicion.de/bullying/)
Vista la definición, voy a resumir brevemente mi historia:
Yo, año 1986.
Cuando yo tenía unos 7 u 8 años mis padres se separaron. Las relaciones entre ellos eran tensas y recuerdo muy bien que el panorama familiar no era positivo.
Yo estaba, junto con mi hermano y hermanas, acudiendo a un colegio cercano a casa. Se llamaba Colegio Público Santiago (en la actualidad su nombre es IES Maestro Padilla). Recuerdo que todo iba más o menos bien en clase, con la salvedad de alguna maestra que tenía métodos educativos más que cuestionables, como por ejemplo no permitirnos ir al baño cuando lo necesitábamos, ridiculizarnos cuando alguna operación matemática no salía bien, además de castigarnos severamente por hablar en clase con el compañero de al lado… etc. Para mí todo eso era normal.
Sin embargo, cercana a esa edad de 8 años (año 1986), de repente todos los niños comenzaron a “meterse” conmigo. Yo usaba gafas con un cristal considerable, y en mi caso creo que éste fue un detonante claro para que las burlas se centraran en mí. Lo que comenzó como algo esporádico y anecdódico, se fue instalando en las maneras de relacionarse de mis compañeros conmigo (sobre todo chicos). Siempre hacían burlas sobre mi persona, me ridiculizaban y me insultaban.
Como lo hacían en grupo, rara vez me defendía, pues temía que la cosa fuera a peor y que incluso me agredieran físicamente, cosa que alguna vez sucedió…
Durante muchos años me lamentaba cada vez que tenía que levantarme para ir a clase, era una auténtica pesadilla. Mi rendimiento escolar bajó -a pesar de ser una buena alumna, y la única explicación a este hecho en el Boletín del colegio era que «era una niña muy nerviosa que no se concentraba en las tareas encomendadas».
Alguna vez refería algo en casa, sin mucho afán, pues de algún modo parecía algo normal. Mi madre lo consideró una cuestión de patio de colegio, y lo único que me aconsejó fue que aprendiera a defenderme para que no me pasaran estas cosas.
«Corramos un tupido velo (…)» .
Al no contar con un apoyo familiar sólido para enfrentar este acoso, pues mi familia «no lo veía como tal», así como tampoco contar con la protección del profesorado, que presenciaban diariamente situaciones negativas y lesivas hacia mi persona y no hacían absolutamente nada… poco a poco me fui acostumbrando a experimentar e interpretar mi realidad desde la supervivencia, de modo que me hice fuerte, a mi manera.
Estas situaciones estaban más que socialmente aceptadas en aquellos años, en un entorno escolar infanto-juvenil, y sospecho que hoy día también, pues no se le daba tratamiento de ningún tipo…, se consideraban “chiquillerías”.
En mi situación, la excusa eran las gafas de elevada graduación que usaba, en otras personas sucedía por una cuestión de sobrepeso, o por considerarse empollonas o frikys, también por tener una orientación sexual diferente al resto… en definitiva por llamar la atención sobre algún aspecto concreto de su físico o su personalidad.
De la época escolar tengo algún recuerdo bueno, y mil malos… por eso creo que es necesario hacerlo visible, para apoyar a las personas que lo sufren y para concienciar sobre el tema.
Ahora tengo 36 años y observo el pasado desde una perspectiva completamente distinta. Creo que de cada experiencia se puede aprender algo útil para la vida, pero indudablemente es mucho lo que hay que trabajarse a nivel personal para poder cambiar la percepción de determinadas circunstancias o suertes que nos han tocado vivir, para no estar constantemente auto-referenciándonos con el pasado.
Hoy, 29 años después del inicio de mi historia de acoso escolar, lo digo alto y claro: El bullying o acoso escolar EXISTE, y se da con mucha frecuencia. Cuando hay sospechas hay que actuar de inmediato, en primer lugar protegiendo y apoyando a la víctima, y en segundo aplicando las medidas disciplinarias pertinentes con las personas acosadoras.
No se puede mirar para otro lado.
Y algo muy importante, si tú que estás leyendo esta entrada de blog, lo estás sufriendo directamente o sabes de alguien que lo está sufriendo ahora: ¡DENÚNCIALO!
Recuerda que lo que no se dice, no desaparece.
inmaculadasol.com 
Fantástica iniciativa Inmaculada y gracias por contar tu experiencia y así hacer más visible un problema muy instaurado en los centros educativos.
Me alegra que compartas tu experiencia con todos nosotros, las finalidad es mas que evidente y tu ejemplo un apoyo muy considerable para tantos aquellos que callan.
Muchas gracias María. Recibe un abrazo.
Acabo de descubrir tu blog y me gustaría contarte mi caso.
Yo me llamo Rocio , ahora tengo 27 años. Yo también he sufrido acoso escolar en mi vida. Fue una etapa realmente dura, no creas que duro poco , no, casi 10 años.
Todo empezó en el colegio, a la edad de 8 años mas o menos, mis compañeros/as se metian conmigo.
Era una niña muy delgadita, con un problema neurológico ( epilepsia) y por entonces mi enfermedad no estaba controlada.
Me insultaban, me rompían las cosas de clase, me encerraban en el baño, robaban mi ropa..
Cuando llegaba la hora del recreo y quería jugar con alguien, nadie jugaba conmigo. Cuando los chicos jugaban al fútbol me lanzaban balonazos a la cara.
Por otra parte, no obtuve ayuda de los profesores en el colegio. Es mas, nunca me llevaron de excursión por que les daba demasiado trabajo por mi enfermedad.
Al acabar el colegio, como mis notas bajaron tanto mi profesor me dijo que podía tener algún problema…
Al llegar al instituto todo fue un caos. EL primer año horrible, lo pase sola , aislada.
En segundo fue peor, por que debido a las malas notas que tenia me dijeron que me deberia ir a una clase con » niños especiales» . Me estaban haciendo creer que era » niña con necesidades especiales» , sin querer darse cuenta de lo que pasaba.
Ese año, no tenia mas que peleas y peleas y humillaciones.
Llego un punto, en el que yo misma me encerraba en casa , y me daba pánico ir al instituto por lo que me pudiese encontrar allí.
Ya me empece a sentir que no valía la pena hacer nada, ni estudiar , ni vivir por que no entendía ¿ que hacia yo para vivir así todos los días? y no recibir ayuda de nadie. No salia de la cama.
Ya en tercero, finalizando este , encontré las fuerzas para hablar con el Jefe de estudios , y no me encuentro otra cosa que esta contestación : » algo habrás hecho tu» .
Ya cuando acabe el Instituto, mi profesora de Lengua me acuerdo que me dijo: » Bueno Rocio, que tal te ha ido la prueba , » a ver si te vas pronto de aqui , que vaya la que nos has dado».
Habría mas que contar pero creo que te puedes hacer una idea.
Te cambia tanto la vida esto, y tu manera de ver la vida.
Un saludo, te leo.
Querida Rocío, acabo de leer tu mensaje con mucha atención y con mucha emoción. Te doy las gracias por compartir conmigo lo que te ocurrió en el colegio. Y sí, tienes razón, el bullying es bastante más común de lo que la gente cree y se pasa mal, sobre todo cuando todas las personas que están a tu alrededor observan impasibles lo que para ti es insoportable. Antes yo creo que era así, al menos habrás podido comprobar que a mí también me ocurrió. Estoy emocionada con tu relato, y me sirve de estímulo para un proyecto que tengo ahora en mente de crear un vídeo de sensibilización sobre el bullying. Te mando un fuerte abrazo y te reitero mi gratitud. Inmaculada.
Te comparto estos vídeos muy cortitos, por si te apetece verlos.
En el primero explico desde mi punto de vista lo que es el bullying para un programa de canal sur: :
En el segundo doy relato sobre un taller de sensibilización para prevenir el bullying que impartí en un colegio a petición de la AMPA, para madres y padres:
Un abrazo. Inmaculada.
Mi nombre es Concepción Estrella Cristal Sosa Miranda tengo 18 años voy a 6 to año de la secundaria al turno tarde y he comenzado a usar anteojos en el ojo derecho tengo 0,50 de aumento y en el ojo izquierdo 0,25 tengo que usar los anteojos para leer,para el celular,para la computadora y para el pizarrón de la escuela y he llevado los anteojos a la escuela y dos de mis compañeras han comenzado a mirarme y reírse de mí lo cual eso me hizo llorar
Personas desaprensivas las hay siempre, pero estando en la secundaria, lo ridículo es que te esté pasando algo así (…) En teoría debería existir mayor conciencia con estas cuestiones… y somos muchas las personas con gafas por favor!!!!! Espero que eso no te acompleje, por favor. No merece la pena. Hay muchas persona que usan gafas y están estupendas.
Hola me siento muy bien identificado con el blog y tú historia. Me llamo Carlos y tengo 44 años, los cumplo el mes que viene. Yo nací en los Países Bajos y pasé una infancia feliz lleno de amistad y en la básica holandesa sacaba notables, los 6 cursos fueron una delicia aunque ya, el último año en 1991, noté que algo en mi mente no aceptaba el cambio hacia el instituto de secundaria. Empecé muy mal en el instituto de secundaria en los Países Bajos,en clase de gimnasia me llamaron quasi modo y empezaron las befas y mofas. La cosa fue empeorando en el siguiente curso que repetí, el curso 1992/1993, ya me hacían daños físicos, dudaban de mí orientación sexual, y yo era muy masculino,lo hacían para fastidiarme. El agobio empezó un 14/04/1993, había un grupillo de mierdas que ya me estaba haciendo la vida imposible ya no pude más me puse a gritar cómo un enloquecido y me fui al desván del instituto. Preparé una horca para ahorcarme y acabar con esto de una vez. Me sentí un mierda, infravalorado,y ejecuté mi suicidio, pero la maestra de lengua neerlandesa se percató de casi todo y yo sólo noté que me bajaron para el suelo. Camillas y enfermeros y el hospital,nada más. Mis padres querían ver al inglés y al turco, los dos que provocaron éste cortocircuito en mi mente y me obligaron a hacer esta barbaridad. Mí padre pidió la expulsión de estos dos impresentables y cayeron más, más expulsiones pero permanentes. Ahora 29 años después tengo estas secuelas,no me relaciono con nadie, desconfío hasta de mí propia sombra,un odio irracional hacia los jóvenes… por si fuera poco tengo un trastorno de personalidad, bipolar y he ingresado una vez en un centro asistencial psiquiátrico en Málaga porque sufro crisis de agresividad y convulsiones a raíz de las putadas que me hicieron en los Países Bajos en mi último año allí. Es una situación bastante desagradable que unos hijos de puta empiecen con poco y mira como he acabado, psicológicamente hecho una porquería por bullying. Muchas gracias por escucharme necesito desahogo, porque esto me va a perseguir lo que me resta de vida. Un abrazo y fuerzas para que éstos casos de bullying extremo o que te cojan manía o envidia no tires la toalla como lo hice yo ése 14 de abril de 1993.
Estimado Carlos:
Lamento muchísimo la experiencia que viviste relacionada con el Bullying. En aquellos años por desgracia no se tomaba en cuenta, se consideraban riñas en el patio del colegio… increíble –vamos-. Precisamente por este motivo decidí compartir mi experiencia, para que se ponga el acento de una vez en erradicar estas formas de maltrato entre iguales en los centros educativos, para generar conciencia y que la comunidad educativa y la sociedad dejen de mirar para otro lado. En tu caso concreto llegaste a una situación muy límite y creo que debiste experimentar mucha angustia. El corazón de un niño necesita mucha atención y mucha ayuda para reparar todo ese daño sufrido, y confío en que hayas realizado terapia con todas esas vivencias tan intensas para tratar de dejarlas atrás… el pasado no se puede borrar, pero podemos aprender a observarlo de otra manera, con más distancia. Te envío un fuerte abrazo y todo el ánimo del mundo. No estás solo. Inmaculadasol.
Muchas gracias Inma de corazón.
Gracias por esta iniciativa, ayudará a muchísimos jóvenes.😍😍😍😍😍
yo igual sufrí de bullying en el colegio ,en secundaria, por mi físico .. y mis inseguridades disparaban a full!
Cómo decía en su texto, recuerdo uno y otra recuerdo bueno y mil malos.
Creci cómo escondido de salir a socializar por temor a que no encaje o se burlaran de mi. Mis padres no eran un apoyo para mí ni algún refugio en el cual estar, ninguno de ellos. Crecí pensando que la forma de vengarme era ser mejor que ellos en la vida y algún día restregarles en la cara lo bueno que era y demás. Solo termine hubdiendome más y más. En la venganza y tal, al final solo aumentaba mi ansiedad y nada más que eso…..
hoy trato de conocerme más a mi mismo y tratar de lidiar con estos hechos que al final y al cabo son cosas que me pasaron y son mi pasado
Pues sí, querido Joy. «Lo mejor que tiene el pasado es que ya ha pasado».
Gracias por compartir tu experiencia con tanta valentía. Lamento mucho que hayas pasado por eso (somos unos cuantos…), y quiero felicitarte por el coraje de enfrentar tu pasado y buscar la superación personal desde una actitud de no rencor. Recuerda, tu valor no está definido por lo que has vivido, sino por la fuerza con la que has enfrentado esas sombras. Esas experiencias no nos definen, pero si nos enseñan. En la vida hay que elegir siempre «más de lo que nos hace bien, y menos de lo que nos hace mal». La superación de estas experiencias es un viaje muy particular, no un destino, y cada paso que das hacia el autoconocimiento y la aceptación es increíblemente valioso. Puedes ayudar a otras personas que atraviesen una situación similar. Gracias por tus palabras, me emocionan. Sigamos adelante, con conciencia.
Con cariño,
inmaculadasol